¿Ushuaia tiene una política de Medio Ambiente que conlleve para las futuras generaciones un Desarrollo Sustentable?

LAS TRANSFORMACIONES QUE USHUAIA PUEDE EXPERIMENTAR EN EL FUTURO SERÁN TAN

FUNDAMENTALES, ADVERSAS

COMO DECISIVAS

, SI NO REACCIONAMOS A TIEMPO. ¿ESTAREMOS PREPARADOS?

Ushuaia, crece y el caos también. Así y todo, soporta y aún conserva sus montañas verdes, sus aguas claras de los Canales Fueguinos, su aire puro y, a veces, sus silencios intensos cuando una alarma antirrobo no comienza a sonar con estridencia.
La bondad de la naturaleza nos dio el privilegio de gozar de un lugar al que nada le falta, sólo una política clara de preservación. Nada más, ni nada menos.
Nuestra ciudad, atraviesa por una instancia en la cual, de no actuar en forma activa y responsable, su problemática ambiental será costosísima, si no inabordable, pues son varios los ejes descuidados en materia de preservación.
Hoy el cuidado del medio ambiente se constituye como una de las asignaturas pendientes y fundamentales en la agenda municipal, pues la naturaleza es el soporte de nuestras vidas y en la medida en que mejor se preserve, mejor será nuestra calidad de vida.
No en vano nació el concepto de desarrollo sustentable, superador de la antinomia desarrollo vs. preservación, y que nos propone un marco viable atendiendo al crecimiento económico, la equidad social y la conservación de los recursos naturales.
Marco del que no se requiere ni gran ingenio, ni grandes capitales para poner en práctica. Simple y sencillo: planificar el crecimiento y “concretar” acciones preventivas y/o restauradoras.
Asumamos que para los vecinos el gran desafío para la comunidad toda, mediante acciones del municipio, será emprender juntos una política de preservación de nuestra ciudad y su entorno. Para ello debemos diseñar planes y estrategias de gestión ambiental con el fin de rescatar, ordenar y preservar nuestros recursos y bellezas naturales.
Debemos emprender acciones para el saneamiento y sistematización de nuestro entorno ecológico. Debemos educar, enseñar y alertar de la vulnerabilidad de nuestros recursos, por más en abundancia que éstos se encontraran. Con suma urgencia debemos planificar y sistematizar nuestra comarca, origen del agua que bebemos; y la restauración de sitios degradados y cursos de agua, como la recuperación integral de los arroyos: Buena Esperanza, Arroyo Grande y los ríos: Río Pipo, Río Oliva que serán nuestros futuros proveedores de agua potable a no muchos años de hoy día.
Pero, además de un Plan Rector, que contemple la materia hídrica y cloacal, también se debe avanzar en la planificación territorial y urbanística. Ya, debemos ampliar el ejido municipal y diseñar un plan integral de ordenamiento, zonificación, edificación y conservación plasmado en normativas, a los efectos de conservar la armonía urbano-ambiental que caracteriza a nuestra ciudad, otorgándole el perfil de “Aldea Ecológica de Mar y Montaña”. Debemos recuperar la construcción de las plantas de tratamiento de efluentes cloacales, relegadas por corrupción de gobiernos anteriores y falta de fondos de nación como en la actualidad, la ampliación de la red cloacal debe desarrollarse de tal forma, hasta cubrir a más del 90% de la población y obras de desagües pluviales, la erradicación del basural a cielo abierto del Olivia y habilitación de un relleno sanitario en una zona apta para la disposición y tratamiento de este tipo de residuos usando de las tecnologías de punta en materia de reciclado, rehabilitación de barrios periféricos, construcción y mejoramiento de viviendas, construcción de contenciones; restauración y creación de espacios verdes y reforestación urbana; colocación de contenedores de basura acordes al tamaño y densidad poblacional de la zona en cuestión, permanente limpieza de calles y espacios públicos y la creación de un órgano de guardas ambientales y forestales con los mismos vecinos ubicados en zonas periféricas alejadas que actúen como primera línea de aviso, ataque en caso de incendios forestales o desastres ecológicos.

Estas y muchas acciones más podemos llevar a cabo, todas ellas con un objetivo muy claro... hacer de Ushuaia una ciudad y una sociedad enmarcadas en un desarrollo sustentable, para garantizar no sólo nuestro ecosistema, sino también la materia prima de la economía local y en consecuencia la genuina posibilidad de una sociedad para su pleno desarrollo fundada en el ¿Turismo que vendrá?.
Con profunda frustración compruebo cada día que recorro nuestra ciudad, que ese “inicio” por el camino del desarrollo sustentable se encuentra vedado por la falta de continuidad de políticas destinadas a sustentar el crecimiento de nuestra ciudad.
Tal es así, que no hay esfuerzo para rescatar las aguas puras de nuestro Canal, hoy puede convertirse en uno de los lugares más contaminados del planeta por acción directa del ser humano, pues nuevamente nos encontramos con el vertido de aguas servidas producto de la falta de construcción de los nuevos módulos requeridos para el pleno funcionamiento de la planta y ¿única tratadora de efluentes Bahía Golondrina?. Que los barrios crecen con total anarquía, sin reglamentación y con total ausencia de políticas sociales de contención y reubicación. Que esa urgencia por lograr un basural modelo con la separación y tratamiento de basura no parece ser un tema crucial ante el crecimiento explosivo. Que esa política de “pueblo” ordenado y limpio no llegó a instalarse como atributo de una sociedad, y da lo mismo las veredas con “emblemáticos Lupinos o Amapolas como Rosas o ahora Retamas” que pedazos de nailon enredados entre alambrados, CABLES AEREOS, o BASURA DISPERSA por nuestra ciudad, gracias a PERROS abandonados, etc.,….
A pesar de ello, todavía estamos a tiempo, siempre que el generoso paisaje no siga distrayendo la mirada de muchos. Es necesario comenzar a coordinar un abanico de acciones, desde el Estado pero también desde cada uno de los habitantes. El gobierno local tiene el deber de garantizar el crecimiento sostenido, velando por los recursos naturales, diseñando y ejecutando políticas afines. Pero la sociedad también es responsable del ambiente que habita, respetando y cumpliendo con las normas para preservar nuestro medio.
Como dicen... “USHUAIA EL PRINCIPIO Y FIN DE TODO”...¿NO SERÁ TIEMPO DE EMPEZAR POR CASA?, ¿Será que tendremos que ACTUAR YA con responsabilidad y respeto?. No olvidemos que la misericordia de la naturaleza se acaba cuando el hombre insiste en DESTRUIRLA AL DEPREDARLA.