¿DONDE HAY GARANTÍAS DE SEGURIDAD?
No es un problema de quien vino primero o hizo que cosa o a quien se le ocurrió, para volver a empezar hacer algo. Es tiempo de proyectar, planificar, administrar y hacer.
Me centro en la realidad de todo vecino. Buscamos seguridad en todas partes, pero ni los más pudientes en sus "COUNTRY" con seguridad privada, pueden controlar la seguridad personal, financiera o la que sea.
El mundo entero no se preparó para que decenas de países se desplomen económicamente. Se permitieron especulaciones financieras fundadas en acuerdos corruptos, lo cual preparó un escenario óptimo para los brokers de las bolsas de valores mundiales, luego a consecuencia de estos primeros ingredientes, ya todo estaba servido, la mesa se preparó para las más grandes y orquestadas apuestas del sistema financiero internacional, la gran timba se disparó, permitiendo un ir y venir de capitales golondrinas y/o fondos buitres. Pero ninguno de estos apostaron para generar auténticas fuentes de riquezas o trabajo. El circuito estaba preparado solo para la probabilidad de una posible como monstruosa ganancia sin trabajar o mover un dedo. No todos apostaron, solo los incautos, para recuperar su dinero en las próximas elecciones de un país defulteado, creyendo que la nueva administración haría lo mínimo indispensable para salir de un estado caótico.
El extenso párrafo anterior me recuerda la frase: “ESTE ES MI DÍA DE SUERTE” y porque lo decimos, pensamos así, creemos que en el casino vamos hacer capote, como también, que vamos hacer saltar la BANCA. Por cierto, algo utópico, “LA CASA SIEMPRE GANA”.
Esta pequeña introducción nos transporta a la realidad de todo vecino, no importa donde viva, no tiene comprada la garantía absoluta, para que todo lo que haga, le asegure el éxito.
Hagamos un pequeño repaso. Estados Unidos con todo su potencial económico no pudo aún controlar su sinusoidal mercado bursátil, es el país que en relación a sus habitantes más deuda externa tiene o sea ya debe lo que no produce a la comunidad internacional, paradójicamente su primer acreedor es China. Pero aquí no termina la cosa parece ser que todos los países primer mundistas estaban en el CASINO, claro lo que pasa es que la CASA, léase FMI, tiene unos pícaros que dibujan las economías según el mejor postor. Obviamente le darán todo el crédito a aquel que más apuesta.
Ahora déjeme decirle o preguntarle algo, ¿por qué yo debo pagar la fiesta de la timba de estos piratas?, o ¿por qué debo soportar a los intermediarios de esta mega fiesta, los cuales son nuestros cabecillas del poder, que durante años transaron corruptamente con estos exportadores de la muerte?.
Digo: ¿no será tiempo de independizarnos, liberarnos de aquellos que nos tienen prisioneros?
Ellos generan los estados de incertidumbre premeditadamente, solo para perpetuarse en el poder. Estados Unidos, Reino Unido, España, Alemania,... inventan permanentemente situaciones cargadas de falacia, para justificar sus incursiones militares, vulnerando todo tratado de soberanía internacional vigente.
Es que así viven los parásitos, no invaden intempestivamente, van minando la salud poco a poco. Algunas veces como los virus, mutan de una gripe aviar, a una porcina porque tiene dicha habilidad en sus genes, desde hace millones de años. Y esa herencia de camuflar bien las cosas o acomodarlas, la aprendió muy bien todo país, que está entre los TOP TEN.
No es cuestión de hacer la guerra inmediatamente, no es cuestión de devaluar, ya existen otros métodos. Se debe convencer a la humanidad que es el mejor y menor mal, que era necesario, lo que sea. Hay un dicho que dice: EL FIN NO JUSTIFICA LOS MEDIOS, pero uno se da cuenta que hasta los dichos por conveniencia han mutado maquiavélicamente, ahora lo anteriormente dicho es: EL FIN NOS JUSTIFICA, PARA LOGRAR NUESTRO OBJETIVO, no importando el medio que se utilice.
Ante un hecho de inseguridad, ¿que podemos hacer?, la respuesta no es fácil.
En primer lugar no es algo que tiene que ver con el bolsillo del vecino, está demostrado que el pagar una cuota social en un club, “lo de la seguridad” no está garantizado, de ninguna manera. Recuerdo en una ocasión cuando fui a la cancha de Boca Juniors, invitado por un amigo y estando con él bajo la bandeja de la popular, en la Platea, un excelente escenario, donde se apreciaba ese fantástico escenario y campo de juego. Cuando en una fracción de segundo, sin previo aviso, observo como un hincha de la doce, desde arriba arrojaba a otro hincha de la platea un vaso lleno de…, usted sabe. Renglón seguido un petardo le reventó sobre su remera, causándole una breve sordera como estado de stress. El pobre hombre cansado, de la tomada de punto de un par de inadaptados, se levantó, insultó y se marchó. Pagó para estar seguro en la Platea, no le sirvió.
El corolario es muy simple: ¿quieres seguridad?, no pagues lo que no te pueden brindar. Está demostrado que el dinero que se invierte en seguridad, no puede garantizar la misma, cuando toda una nación ha sido corrompida en la estructura que soporta la moral de todo un país. “No podemos pedirles Peras al Olmo”. No esperemos a que nuestros funcionarios, “servidores privados”(de públicos no les quedó casi nada, hasta la palabra público, la vendieron), sean bien educados como nosotros los vecinos comunes. Por lo tanto cerquémoslos, señalémoslos, pero fundamentalmente eduquémoslos, explicándoles que han sido elegidos para dar el ejemplo y para hacer leyes que nos contengan, ayuden a todos y no solo a sus secuaces.
La justicia humana en ciertos casos, está sustentada por cierto tipo de leyes incoherentes, incomprensibles para un científico. Son a manera de ejemplo como descubrir la gravedad y su ley en un campo antigravitatorio, no sirve para nada.
Si no lo comprende se lo digo más simple, es como vestirse en un día de lluvia con ropa interior como impermeable.
Es tiempo de hacer correr la voz, recuperemos los valores morales de nuestros ancestros y volvamos nuestro corazón a Dios, que es aquel que nos regala la vida y recuperaremos la seguridad.
Trabajemos, eduquemos sobre la moral, inculcando la misma en nuestra sociedad, al dar el ejemplo y estaremos seguros. No es fácil, es cuestión de tiempo y constancia.
Federico Antonio Mustapic.
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