DESECHEMOS EL TEMOR PARA QUE PODAMOS ALCANZAR NUESTRO BIENESTAR
¿De que nos quejamos?¿Que no tenemos trabajo? Pensemos por un instante que la gente que lo tiene todo, se preocupa por mantenerlo u otros por perderlo.
Lo interesante de esta realidad anteriormente expuesta es que no existe el trabajo o la vida ideal, aquello que todo lo llena y nos hace sentir satisfechos por lo que forjamos.
De todas formas es bueno compartir ideas de aquí y de allá. Tocar el punto irritante de hablar en contra de la explotación capitalista, pero a la vez en esta ponencia debemos conservar un equilibrio con la dignificación del laboro socialista. No importa el tinte político, del hacer para recibir una retribución justa, por causa - efecto de la mano de obra, en tanto y en cuanto todos tengamos un trabajo digno, bien remunerado, por cierto en un sistema corrupto, algo utópico ¿verdad?.
Lo que hemos hecho es hacer un compilado de las más grandes verdades de nuestros vecinos de diversas latitudes para juntos y en lo más profundo de nuestro ser hallar nuestra conclusión.
No nos olvidemos que mientras nosotros debatimos, pensamos, hay millones de hermanos que se encuentran sin lo que usted tiene: “trabajo, laboro, laburo, yugo”,… lo que sea. ¿Sabe por que?. Porque nuestro políticos han vendido la fuerza de su nación al mejor postor. A aquel que compra su vida “por treinta monedas de plata”.
Millones de personas que no se pueden realizar, por cuanto no consiguen trabajo, son los discriminados, los mal pagos, los planeros, ni si quiera ñoquis, a los cuales los políticos los llaman subocupados.
Personalmente los llamo los veteranos de guerra, los que dieron todo cuando eran jóvenes, por un ideal, lucharon por la soberanía de su hogar. Se brindaron enteros, pusieron el pecho a las balas de la incertidumbre laboral, por la grandeza de una nación, pero al momento de ser condecorados, por su entrega, valor, sacrificio, los mandaron a los cuarteles de invierno, sin pena ni gloria, los sepultaron vivos, por “treinta monedas de plata” miserables, los fusilaron siendo nuestros héroes.
En realidad la traición a la fuerza laboral de una nación y su rendición incondicional al capitalista de turno fue por mucho más, pero queremos relacionar esta realidad con la del calvario, obviamente muy pero muy lejana por sus objetivos, pero el resultado es el mismo: Disfrutar que usted sea torturado psíquicamente, espiritualmente, porque no tiene un trabajo digno.
¿No será tiempo de dignificar a aquellos héroes que creían en la cultura del trabajo?
"El trabajo dignifica" es una de las frases más caras que nos supieron vender. Si ganamos $1000 al mes por atender reclamos de usuarios enojados todo el día, por cocer unos jeans, recluidos en un cuarto de 2x2 con un taladro de stress en el oído, perdiendo en cada minuto, días de vida, no importa, debemos sentirnos dignos, tenemos trabajo!
Hoy todo pasa por tener o no trabajo. No importa si nos gusta, si nos hace bien o si aplasta nuestra autoestima.
Cuando nos topamos con un compañero de hace tiempo, lo único que nos pregunta es : ¿ Qué estás haciendo? Lo importante es conocer si estamos ocupando nuestro tiempo para convertirlo en plata. No importa realmente si estamos contentos, sólo importa que trabajemos.
Todo apunta a que lo antes posible construyamos un hogar, que nuestra familia genere gastos, que los pague con trabajo y que éste a su vez lo sostenga. Mientras tanto algo será inevitable, nuestros máximos temores a perder el trabajo se harán presentes. Porque desde el inicio de este sistema perverso nos inculcaron la semilla del pánico, en nuestro ADN y ese temor nos mantendrá constantemente amenazados.
Nuestra vida se resume en trabajar para ganar plata y poder sostener una vida en la que es necesario dilapidar plata todo el tiempo.
¡Lo lograron!, hoy nos asusta perder el trabajo, ¡pero aclaramos! : Mucho más nos asustan las frases hechas, eso que se dice y repiten sin pasarlo por un tamiz: "El trabajo dignifica". Personalmente lo escucho y me salen ampollas en la conciencia.
Ante esta realidad, ¿existe alguna salida?. ¡Claro que existe! Es el amor, el perfecto amor, hecha fuera el temor.
Vendrán miles de mensajes destructivos, de inseguridad, pero nos mantendremos unidos pensando en que nuestra fe y nuestro amor será el arma que destruirá cada palabra pesimista. Venceremos nuestro futuro incierto, por cuanto estamos fundados en la eterna fuerza del amor, la cual afecta todo nuestro entorno. Vendrá nuestro patrón a amenazarnos pero nosotros rebatiremos sus argumentos con la fuerza del amor. No sabemos que nos deparará un nuevo despertar, pero tengamos por cierto que la fuerza del amor hará que saludemos el día proclamando: Estamos construyendo la catedral del futuro, nuestro hogar, con la fuerza del amor.
Mustapic Federico Antonio
No hay comentarios.:
Publicar un comentario