PODEMOS MEJORAR NUESTRA CIUDAD
Hace muchos años acompañe a mi madre a los pagos de mis ancestros, CROACIA. Y entre los tantos lugares visitados, tuve la dicha de conocer una ciudad milenaria, Dubrovnik. No es una ciudad más, ha sido el bastión más codiciado del mar Adriático.
Hoy día Ushuaia padece los índices más altos en todo tipo de contaminación ambiental, perjudicando la vida de sus pobladores con aguas altamente contaminadas por la decidía de las políticas heredadas y las actuales que copian modelos retrógrados y dilatan las obras de infraestructura necesarias, para soportar una de las explosión demográfica más impactantes, sin precedentes de la República Argentina. Seguramente nadie querrá hacerse cargo del abandono en el cual se encuentra inmersa la capital de la provincia más rica del país anteriormente nombrado. Pero unos a otros se hecha la culpa de políticas estáticas, en lo personal me quiero centrar o concentrar en modelos superadores que sobrevivieron cientos de años.
Nosotros los vecinos tenemos el derecho a cambiar el curso de nuestra historia. Permítanme darles un ejemplo, hace decenas de años una epidemia de Cólera diezmaba a miles de ingleses por desconocimiento. Nadie sabía el porque y como se propagaba esta enfermedad. Fue así que un médico, John Snow, pudo deshacer el aparente diagnóstico irreversible de tan funesta enfermedad. Este galeno encontró una relación directa entre el cólera y el agua potable contaminada. El Dr. Snow planteó un origen microbiano para la epidemia del cólera en 1849, su idea sobre como se propagaba y contaminaba a toda la sociedad fue tan concluyente que se podría decir que fue uno de los precursores de la epidemiología moderna. En aquel entonces demostró que las aguas residuales domiciliarias eran el vector de la enfermedad más probable en las grandes epidemias que azotaron a Londres en 1854. Este hecho impulsó a que las urbes en los países desarrollados hicieron grandes inversiones en el suministro de agua limpia y sus infraestructuras y la separación de las tomas y drenajes de ambos servicios y el posterior tratamiento de aguas residuales, lo cual eliminó la amenaza de nuevas epidemias de cólera de las ciudades más desarrolladas del mundo.
Cuando hoy vemos lo que acontece en las urbes en pos del desarrollo y los asentamientos poblacionales, sin infraestructuras acordes y necesarias para nuestro bienestar resurge la pregunta: ¿El ser humano realmente ha aprendido la lección? ¿O debe ser reeducado por medio de los efectos y consecuencias de su olvido? Por de pronto la ciudad de Ushuaia no ha aprendido la lección, ya que gran parte de los últimos asentamientos poblacionales o permisos de construcción hotelera se otorgaron sobre causes de ríos y arroyos de los cuales se toma el agua para su posterior uso domiciliario.
Y como contra partida Dubrovnik propone una sociedad cosmopolita conviviendo y respetando al medio ambiente natural, sin contaminación ambiental, basado en diversas prácticas y/o políticas públicas con proyección y planificación para promover durante decenas de años actividades comerciales y/o industriales, relacionadas con el turismo.
Mustapic Federico Antonio
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