¿PUM PARA ARRIBA O PUM PARA ABAJO? ESA ES LA CUESTIÓN

Uno lee muchos libros sobre consejos bursátiles, o apela al “Pulpo Paul” del mundial de fútbol de Sudáfrica, y no se que otras yerbas o pócimas mágicas, para conocer lo que pasará en la economía mundial, el efecto domino aún no paró de voltear la última ficha del tablero, la crisis mundial está en ciernes, hasta ahora nadie pagó la gran fiesta de los grandes especuladores.

En realidad sí, fue otra vez la clase obrera que depende del pulgar de un gran especulador, si el pulgar está para arriba: PUM para arriba, todo va bien y nadie se queda sin trabajo, pero si el gurú de las bolsas internacionales se levanta atravesado, el pulgar para bajo implicará más de 100.000 despidos en diferentes países, esto es lo que yo llamo la economía globalizada, uno estornudó en la China y en Nigeria ya hablan de la gripe de Beijing.
¡No se arranque los pelos! ¡No apele a San Especulo (o a la economía burguesa, que es lo mismo)! Tiene algo bastante mejor: ¡Un documento histórico que anticipó la crisis y describió sus causas decenas de años antes. ¡No!, no le estoy hablando del Calendario Maya o de Nostrodamus!. Se los comparto; ese PAPIRO se llama “EL SENTIDO COMÚN”, porque demuestra la razón de la crisis globalizada y como sigue arrastrando a otros países por causa de los excesivos gastos de las G5, ..G7, G8 y no se cuantos jejenes más, para mantener sus estándares de vida, sin sacrificio de la clase pudiente. Ahora le tocó a España, ¿y mañana?, no lo sabemos, puede ser cualquiera...

El capitalismo vive un permanente idilio con su novia la ganancia. Sin ganancia no hay reinversión, no hay amorío que valga. Si el beneficio es elevado hay pasión desenfrenada, todos invierten, el sistema se expande, la economía nacional sonríe, todos cobran bien, la desocupación se achica. Por el contrario si el retorno es pobre, las capitales golondrinas emigrarán a otras latitudes, no importa lo que se haga a su favor, el nido del amor se rompe. De modo que si uno quiere comprender la razón del éxito de la economía de una superpotencia es muy simple, es hacer creer mundialmente que son todopoderosos en el mundo, que su moneda es la más fuerte, no importa de cuanto sea su deuda financiera internacional.
Muchos números se han escrito del porque USA hoy goza de una relativa paz financiera. Lo concreto es que las cadenas internacionales de la noticia como era de esperar, una suerte del Tero (Ave que habita en Sudamérica) de las pampas argentinas, la cual pone los huevos en un lado y distrae con sus sonidos onomatopéyicos por otro lado, para que su nido no sea descubierto, han virado la información de distracción hacia la crisis económica de Europa, para evitar la santa Inquisición Financiera Mundial en la tierra donde se originan la grandes estafas como el resonante caso de Enron, Fannie Mae , GM,...
La crisis no se detuvo un caso paradójico es la Argentina, un país que necesita expandirse y desesperadamente necesita dólares para enfrentar los pagos comprometidos a nivel internacional. Todo en esta nación se restringe, no se puede comprar dólares, no se puede viajar al exterior en paz, existe inseguridad, por cuanto no existe credibilidad. El nuevo gobierno busca dólares debajo del colchón, para mantener un plan económico que ni los mismos ministros lo creen viable.

Un ejemplo de lo que sucede es Nigeria recibe miles de millones de dólares por su petróleo. Pero a su pueblo ese dinero no le llega y la explotación del recurso natural nombrado es tal, que mientras existan beneficios económicos, aunque la gente no lo vea en su bienestar, todo está bien, porque lo proclama el presidente. Casualmente la Argentina y Nigeria tienen a un socio en común China, una nación cuyo nivel de corrupción es desconocido, pero que afecta a su sociedad.
En concreto no podemos esperar beneficios económicos mientras exista corrupción y especulación en los mercados financieros.
La solución no es algo utópico. Debe existir en todo orden, rubro y aspecto, personas que vean al mundo como un todo y una sola nación, con un espacio que no sea exclusivo para el beneficio de unos pocos. En pocas palabras debemos vivir en armonía
Mustapic Federico Antonio