VIVIR DESBORDADOS POR LA BASURA, EN USHUAIA

La siguiente foto fue tomada en una playa. Lugar de conflicto por caprichos de servidores público de la vieja política.

Basura en los barrios, paseos públicos, tiras de los edificios departamentos, calles de acceso al Parque Nacional: un problema cuya razón son las malos hábitos

La prestación de recolección de residuos no funciona como es debido, pero en algunas zonas de Ushuaia los basurales son parte del paisaje. Muchos años de vivir sin pautas y sin el mínimo respeto por los espacios públicos y privados.

. “Existen espacios internos en la zona de los edificios, INTEVUS en las que caminar es un peligro. Más allá de que el suelo esté lleno de basura, un descuidado puede recibir cualquier cosa en la cabeza, porque la gente que vive en los departamentos tira lo que no le sirve directamente por las ventanas. Y hablamos desde restos de comida hasta pañales y toallitas femeninas”, cuenta una vecina de las 64 Viviendas, otro dice estar cansado de recoger la basura del resto de los inadaptados o excluidos sociales.

Los perros esos recolectores de la basura, tan desprolijos que dejan fuera de los lugares que le corresponde la misma. Es que más allá de lo estrictamente estético, comienzan a aparecer enfermedades estrechamente relacionadas con estos vertederos a cielo abierto, como lo es la leptospirosis, es en Buenos Aires, acá no sabemos, pero muchas de las enfermedades de la mugre son transmitidas principalmente por ratas, aunque también otros animales como perros o caballos pueden ser agentes de contagio. No es poco habitual ver, sobre todo cuando los basurales están cerca de edificios o casas abandonados/as o terrenos baldíos con pastos altos, donde las ratas aparecen, principalmente durante la noche. Es allí cuando, la cuestión de la limpieza por la pulcritud misma no tiene eco, debe tenerse en cuenta que los contenedores, tachos, recipientes o lo que sea que contiene a la basura como los basurales, son perfectos focos de infección.

La cuestión de la proliferación de los llamados minibasurales en los barrios tiene que ver más con una cuestión cultural que con los sistemas de recolección de residuos. La gente de los barrios en los que los basurales existen asegura que no hay problemas con la recolección, sino que hay vecinos que sacan los residuos fuera de horario y otros que dejan los desperdicios en el primer lugar que encuentran, aún frente a sus hogares. “Pareciera que la cuestión es simplemente no tener la basura adentro, y no consideran que el frente de la casa es parte de la casa misma”, dijo un vecino del barrio 40 Viviendas.

Si bien no hay un ranking oficial acerca de cuáles son las zonas más sucias de la ciudad, cuando uno pregunta, la gente no duda en responder: las nov... las dosci... las trescient... el San..... La Cant....El Cent... y esta o aquella vivienda pero quien encabeza la lista de los barrios considerados verdaderos basureros es el barrio, de aquellos que no conocen de reglas o normas comunitarias y máxime en lo referente de dejar la basura en su lugar en el horario correspondiente.

“Sabemos que es difícil cambiar hábitos de tantos años, aunque sean malos, pero después de todo es tratar de que nuestra casa esté más limpia”, afirmaron otros vecinos.

Hace algunos años, se había afirmado que el caso de algunos barrios era sumamente particular y propio de la cultura imperante en los mismos. Familias de distintos estratos sociales que de repente terminaron conviviendo en construcciones atípicas como las Fabelas Brasileras de Rio de Janeiro, este tipo de conglomerados con espacios comunes, sin tener la formación cultural acerca de “Los Consorcios”, quienes son los responsables en muchos barrios de una modalidad clave a saber: “ el cuidado de los espacios comunes”.

Además del servicio de recolección de residuos, debería existir un servicio municipal como en otras ciudades, comentaba otro vecino, de otro lugar al decir: venían a media mañana y a media tarde con unos camiones con volcador de la Municipalidad y juntaban toda la basura que había desparramada”, explicó NN, quien vive en el barrio prácticamente desde las adjudicaciones. “Es que eso era bueno por el tema de la higiene, pero malo porque la gente se mal costumbró a dejar la basura en cualquier lado”.

Las acciones que el municipio debería encarar antes del desalojo de gente humilde es el tratar que la ciudad deje de ser un gran vertedero, con la implementación de multas efectivas como el aumento de controles, se verían resultados a corto plazo.