Tanto va el cántaro a la fuente, que al final se rompe',
De todas las explicaciones que he encontrado por ahí, me quedo con el texto del poeta y escritor cordobés Carlos Rivera, que nos cuenta que "esta locución proverbial de connotaciones pesimistas, 'Tanto va el cántaro a la fuente, que al final se rompe', suele emplearse para indicar el resultado negativo de una situación incierta que se repite una y otra vez. Cervantes la cita en “Don Quijote de la Mancha” advirtiendo que el que frecuentemente se expone a situaciones de peligro, termina por ser perjudicado. En el lenguaje coloquial se utiliza análogamente para expresar situaciones que exasperan la paciencia o erosionan la confianza de una persona..."
En el terreno personal, aunque me guste cierto riesgo y experimentación, procuro tenerlo muy presente, intentando además tocar con los pies en el suelo y no plantearme cuentos de la lechera... Ahora bien, en el terreno político, entre cántaros, ánforas y demás contenedores por el estilo, ya es otro cantar...Muchas veces sucede que uno cree que cambiando algo de nuestros problemas o circunstancias nos traerá la solución. Por eso gastamos tiempo y plata solo para descubrir al final que por experimentar tanto, hubiese sido preferible mantenernos en nuestra primaria posición.
No obstante uno tiene que denunciar los hechos, que en una sociedad bien constituida vulneran nuestros derechos al bien vivir.
Piénselo, es como este corto, ¿no será tiempo de volver a las sendas antiguas de la profunda justicia y el respeto por los derechos humanos, el de los vecinos en todas partes del mundo?.
Debemos volver al principio pero no abandonar la experiencia para no cometer los mismos errores del pasado.
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