A la memoria de Dios y los 33 mineros Chilenos. Salud. ...Algunos se arrastraron, otros llegaron con la frente en alto.
Tal vez el cuento que más abajo comento tiene mucho que ver con todo el que hacer nacional, local y provincial. Es una fiel copia en todo ámbito y el problema es que mientras nosotros, el pueblo tratamos de reproducirnos bien, generando trabajo genuino, vienen los políticos y sus asesores preguntándose: “¿ Cuál es la forma más elegante de sacarle al pueblo lo que es del pueblo? Respuesta: pues malversando fondos, asignados para mejorar nuestras vidas”.
Sí, ese dinero que es producto de un invento, que originalmente tuvo un fin muy noble pero el toque de los piolas como siempre, lo arruino, lo corrompió, llevándolo, usándolo para otros fines, alejados estos, del objetivo primario el bienestar de la gente.
Los parrafos superiores me hacen recordar la historia de un águila que con un plumaje bellísimo, con unas características extraordinarias y de gran envergadura se dispuso a poner sus huevos en un nido que había preparado en la superficie de una llanura. Salió a volar y mientras giraba en las alturas vio como una serpiente devoraba sus huevos en el nido. Se dijo para sí, esto no me volverá a acontecer jamás. Al poco tiempo le llegó el momento de volver a poner y encontrar el lugar adecuado y seguro para hacer el nido. Se dirigió el ave noble, al tupido bosque donde encontró un árbol frondoso y altísimo, allí preparó el nido en lo más alto de la copa del árbol, y dijo: “aquí no llegará la serpiente”. Deposito los huevos en el nido y el águila tranquila salió a volar. Cuan grande sería su asombro, cuando percibió desde las alturas e impotente como el crótalo comía sus aguiluchos indefensos. Otra vez se perjuró: “Jamás esto me volverá a pasar” pensó para sí y se repitió: “La próxima vez pondré mis posturas en el collado más alto, en una cordillera inaccesible e invulnerable, donde nadie pueda llegar, en el borde de un precipicio”. Y así lo hizo, el águila confiadamente depositó sus huevos en el nido protegido y con toda tranquilidad y seguridad, salió volando majestuosamente hacia las alturas inalcanzables. Mientras disfrutaba de su vuelo vertiginoso, avistó a la serpiente comiéndose los huevos. Se acercó rápidamente el águila a la serpiente, y le preguntó. ¿Cómo llegaste aquí? La serpiente le respondió, como siempre “arrastrándome”.
Mi padre me decía, hijo hay hombres “águilas” y hay hombres “rastreros”. Hay quien llega a la cima como el águila, otros llegan arrastrándose como las serpientes. Yo espero, creo y quiero que tu seas como las <<águilas>>, estoy convencido que algunas y algunos de nuestros políticos y servidores públicos les viene esta anécdota como anillo al dedo. Al que le sirva el sayo que se lo ponga!……..
La falta de sensibilidad está ahogando a nuestra comunidad. Un permiso para ocupar un terreno puede aparecer tal vez después de decenas de años. El problema es que todos estamos pagando la máquina despilfarradora del erario público para no dar soluciones. Y solamente para mantener esa burocracia soñolienta, inoperante y muchas veces hostil, salvo raras excepciones, se sustenta con unos ¿1.500? o ¿2400? empleados,nadie lo sabe a ciencia cierta, pero algo seguro hay, tiene un presupuesto de más de $200.000.000 (doscientos millones de pesos) y no se cuantas decenas de asistentes con sus asistentes, directores, sub-directores, cientos de ejecutivos, ¿todo ese andamiaje para que?.
¡Estamos hartos! …….
Se olvidan nuestros políticos que ya la población no soporta más sus tiempos. Esto ya pasa de castaño oscuro. Para los que leen poco y no saben lo que digo. No actúen como serpientes y no sigan arrastrándose. Actúen como hombres y mujeres águilas, y pónganle un alto a los abusos y a la corrupción disfrazada con subterfugios, así como nombramientos espurios y favoritismo. La ciudadanía espera y desespera, ¿será por mucho tiempo......?
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