HIPOCRESÍA Y SINCERIDAD CONCEPTOS PRÓXIMOS O LEJANOS A LOS POLÍTICOS, SEGÚN EL CANDIDATO
Cuando surgió la palabra corrupción en nuestro idioma, como el producto de la asociación de dos términos latinos Cor y Rumpere, (la raíz de la palabra corazón, Cor, que significa adentro y Rumpere del romper decimos entonces que la corrupción significa romper desde adentro… en las organizaciones, especialmente en las públicas, práctica consistente en la utilización de las funciones y medios de aquellas en provecho, económico o de otra índole, de sus gestores, para romper al pueblo o porque no decirlo: destruir al pueblo. O sea romper al pueblo desde adentro.
Cuando un funcionario es corrupto no destruye a sus ser, demuele su entorno, su familia se ve afectada, por cuanto es juzgada por el egoísmo de su conducta.
Hace muchos años un estadista Martin Luther King decía: “Tuve un sueño…” y la razón de esta expresión estaba fundada en un concepto del derecho a la igualdad. Él al pertenecer a una raza de piel oscura era discriminado y juzgado por el solo hecho de su condición física, él no pertenecía al dominante y privilegiado hombre blanco. Dicha circunstancia lo obligó a buscar la igualdad entre todos los habitantes de su país, sin ningún tipo de distinción o discriminación. El soñaba ver a todos: viajando juntos en el mismo transporte, soñaba ver los niños ir a la misma escuela sin importar el origen de los padres, o si eran o no religiosos, o si su piel tenía un color de oro bruñido
Es difícil exponer o tan si quiera expresar algo sobre lo que acontece en América Latina. Cualquiera, que vive en este continente desde hace muchos años y tiene hijos nacidos en esta tierra, le cuesta entender, como puede ser que naciones ricas en recursos, están obligadas a mendigar de aquellos que son nuestros acreedores. ¿Qué hicimos para estar en tal situación?
Vivimos en un continente, donde millones de personas viven en la miseria. Pero la crisis de América no es solamente económica. Como tampoco el argumento de la globalización y dependencia de potencias extranjeras, explica todos los problemas que vivimos.
Hay una grave falencia de la dirigencia política. El continente aparece cada día más dependiente de los poderosos y menos unido, cuando en realidad por nuestras raíces históricas deberíamos ser una sola nación.
El problema está en los operadores que influyen en aquellos que gobiernan. En realidad son expertos operadores políticos. Hay un divorcio muy grande entre nuestras raíces, los políticos y el pueblo. No supieron generar trabajo ni promover un sistema impositivo más justo, y la lista puede seguir. Como ser: ahora copian y copian mal, proyectos de consulta popular para lo que sea, avasallando los derechos que nos pertenecen, la Carta Orgánica es nuestra Constitución Ciudadana, nadie puede habilitar a un vecino para vulnerarla, a menos que sea copartícipe, de esta insensible clase de individuos, que permanentemente vulnera los TRATADOS INTERNACIONALES, NACIONALES O VECINALES.
Deberían al menos respetarla, pero es difícil que lo haga alguien que desde que se relacionó con la política permanentemente y a sabiendas, fue un transgresor de las reglas constitucionales, la injusticia humana lo puede perdonar, pero no la de la conciencia que lo condena por no respetar los códigos de convivencia ciudadana.
¿Pensarán que somos IDIÓTIKOS como ellos?.
Pero lo que más me preocupa es que las encuestas nos muestran que los ciudadanos no creen en los políticos, ni tampoco en las instituciones fundamentales de la democracia, es decir el Congreso, la justicia, la policía misma. Sucede que la impunidad sigue y la corrupción también.
El ciudadano está desprotegido no sólo por la falta de trabajo, si no que también lo está, por falta de reglas claras que lo contengan en su diario vivir, considerándolo como sujeto de derecho. El vecino está desamparado, porque al acudir a los estrados judiciales lo pueden condenar al solicitar justicia frente a un hecho donde el ladrón salió libre, a pesar de haber actuado en forma impune. El ciudadano está indefenso por cuanto sus necesidades van en contra de un sistema corrompido.
Como consecuencia de un sin número de causas donde solo los gobernantes quedarán impunes, el sistema al habitante de una nación, lo dejará abandonado y sin recursos, para atenderse en un hospital.
"Por eso siento una especial admiración por las mujeres argentinas, porque mantienen una viva tradición de lucha y muchas de ellas se levantan contra la impunidad, con cacerolas y enfrentan al poder político con el cucharón y la olla vacía".
La inoperancia tan grave de la dirigencia y el descrédito de sus ciudadanos, son siempre un caldo de cultivo para el totalitarismo. Al mismo tiempo la marginalización creciente en la población en general es un caldo de cultivo óptimo para la delincuencia, que hoy en America Latina es como una salida laboral.
“Muchas veces tengo la sensación que la clase política vive mirando al exterior, descuidando a su país e ignorando el fantástico potencial humano que hay aquí en America Latina, en el mundo".
Mustapic Federico Antonio
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