LA INFLACIÓN, UN MAL QUE CORROE EL SALARIO
El pueblo trabajador advierte el gran malestar que reina en todas los diferentes puestos de trabajo, que son parte en y de nuestra sociedad. Sin distinción si son administrativos, operarios, enfermeros, maestros, conserjes,…,etc., todos somos pueblo y como tal nos sentimos mortificados por la clase gubernamental, ejecutiva o patronal por aquello que es engranaje del aparato productivo de una nación.
Existe una incertidumbre, una angustia casi permanente sobre el poder adquisitivo, salario, garantías sobre el mismo. En fin todo lo que en más o en menos debe avalar el bien como buen vivir de la clase trabajadora en particular.Es que los trabajadores están sensible a todo abuso de autoridad, toda disminución de su poder adquisitivo, todo aquello que cargue una vez más sobre el cuello del trabajador como yugo de buey que arrastra el carro de una empresa, nación…Todos los días se vive una situación de inseguridad en la fecha de cobro, luego de cada anuncio que se comenzará a pagar, que desde hoy estarán depositados los sueldos…
Lo único que conocemos los trabajadores es que nuestros ingresos son cada vez más bajos, y los precios cada vez más inalcanzables. Por otro lado el “cronograma” de pagos perjudica a los asalariados, ya que los pagos se programan por cuenta gota, las paritarias parecen partos abortivos, más que paritarias. Tanto esfuerzo buscando un entendimiento, para luego perder el sueño de un mejor bienestar en unas ridículas propuestas de aumentos salariales que una vez acordadas, se las devoró la inflación.
Todos tenemos desde hace años una sensación de despojo encubierta, el INDEC, o organismo que genere el indicador para informar una vez más la falsedad sobre los guarismos inflacionarios.
¿Como se llama aquello que indica que las góndolas empezaron la carrera del remarque de otros años atrás?, o ¿los tarifazos?.
Pero claro cuando el petróleo crudo bajó su precio en el mercado bursátil-timberil no arrastro las costos de los combustibles para su descenso, paradójicamente se mantuvieron por meses estables y sin ningún viso deflacionario, las vivezas corporativas o las complicidades de los gobernantes, están a la orden del día.
Es bueno recordarle al gobierno o patrón que debe entender que no debe generar perjuicios con sus incumplimientos, inadecuadas propuestas o sobrexigencias a los trabajadores, pagando fuera de tiempo, o no ajustando el sueldo a la realidad de la canasta familiar, pues dicho perjuicio genera desfasajes que se traducen en amarguras, endeudamientos o intereses para con los compromisos de cada uno de los leales empleados. Pero aún peor es la consecuencia o el efecto de lo arriba comentado, al bajar el rendimiento, productividad de la clase trabajadora ante la falta de motivación.
Es triste, pero poco a poco este estado de mala administración, mal diagnóstico, corroe a toda una nación en sus bases, transportando a ésta al borde del abismo.
No se puede subvencionar toda la vida, pero tampoco se puede permitir que lo adquirido a precio de ganga, ahora se pretenda por medios de los servicios públicos tener en vilo a toda una nación, cuando nada se ha hecho en infraestructura acorde a las exigencias de los contratos de las privatizaciones, o acuerdos sobres los servicios básicos que son parte de los derechos humanos a la vida, donde se encuentra implícito el bienestar.
Exijamos a nuestros gobernantes políticas claras que manifiesten el aprecio y respeto por la clase asalariada.
Mustapic Federico Antonio
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