LA ELECCIÓNES LEGISLATIVAS MARCARÁN EL RUMBO DE LA ARGENTINA.
Hace muchos años un político argentino cometió un error garrafal en su discurso al decir: Ayer Argentina estaba al borde del abismo, "pero hoy hemos dado un paso al frente". Hoy todos tenemos una sola pregunta luego de semejante pensamiento: ¿Podremos detener la caída en las elecciones?
Nosotros elegimos siempre con quien estar o acompañar. El destino de nuestra nación está en nuestras manos.
Algunas veces filosofando nos preguntamos: ¿que es la política?. Y
realmente no sabemos que contestar, algunos dicen que es el arte de
decir una mentira creíble. Otros
es el negocio de unos pocos para enriquecer al círculo intimo en
desmedro de la mayoría. Los más osados ya disparan definiciones del
sistema, que buscan identificar a la misma, como la herramienta para
ayudar o levantar a un pueblo de su estado de postración. Realmente hay
miles de definiciones sobre la misma.
Personalmente prefiero dar
un ejemplo que pueda iluminarnos, para darnos cuenta de un forma más
simple, con referencia a lo que realmente es la política.
Hace un
par de días en una oficina de la administración pública un compañero de
trabajo me dio un modelo, que realmente me dio un idea para desarrollar
la definición desde otro punto de vista y para explicarles a todos, lo
que para mí es la política, y ojalá le sirva a todos los lectores de
este blog vecinal. Tal vez el concepto sea muy simple y rompa con
algunos modelos
En primer lugar debemos recordar que el estado
somos todos y que el gobierno es un conjunto de vecinos, que lleva
adelante ciertas practicas, ejecuciones o conductas, para alcanzar un
objetivo, supuestamente para el bien común.
Personalmente
para comprender el concepto de lo que es la política prefiero
asimilarla, compararla a un vehículo, coche, cualquier transporte que
nos pueda trasladar de aquí para allá.
O sea que el transporte es
el estado, sobre el cual nos trasladamos hacia un destino, en el cual su
conductor es el gobierno, el encargado de mantenerlo, revisarlo,
observar diferentes luces testigo o parámetros para lograr que los
habitantes lleguen a su destino.
Claro que en el trayecto
aparecerán dificultades, por cuanto el conductor puede que nos lleve por
rutas escabrosas, peligrosas, argumentando bienestar al final del
camino.
Es probable que transitemos por un desierto, por tal razón
el gobernante debería verificar la existencia de bidones llenos de
agua, con el propósito de tener algunas reservas para soportar la
travesía por el mismo. Puede que otro diga si voy por un desierto, para
que quiero un parabrisas, es más, si al habitáculo del bus se lo
extraigo, puedo refrescarlo y le hago un favor vendiéndolo
Si el
viaje es largo el dirigente debería certificar que tenga el tanque de
combustible en condiciones, lleno y con recursos económicos para
soportar la extensa travesía.
Pero
existen otros gobernantes que al estado, le quitan más elementos con
propósitos egoístas, generando enriquecimientos ilícitos. Poco a poco lo
van depredando, saqueándolo. Un día le falta el espejo retrovisor, en
otro momento no le agregan el líquido para frenos, le hurtan la goma de
auxilio, con el correr de los días, semanas meses y años lo venden de a
pedazos, para que el día de mañana, otro par descubra, que ya no posee
lo necesario para transportar al país a su destino final de grandeza.
De
la misma forma sucede con nuestras vidas paulatinamente nos
desprendemos de todo aquello que representa un estorbo sin darnos cuenta
que el día menos pensado lo necesitaremos. No digo que debamos ser unos
recolectores de cacharros o recuerdos, pero sí debemos comprender que
la vida está llena de lecciones, las cuales pueden ser útiles para
lograr nuestro objetivo final de éxito.
No todo es un maleficio,
seguramente lo acontecido en nuestro pasado es un adiestramiento, el
cual nos prepara para un futuro promisorio.
Debemos
hacer una revisión periódica del estado de nuestro cuerpo, tomar
nuestro descanso, no mezquinarle recuerdos constructivos, mimarlo con
una vacaciones en medio de una naturaleza paradisíaca, debemos sanarlo,
perdonarlo, repararlo si corresponde, pero fundamentalmente tratarlo con
ternura, porque en definitiva nos transporta a una nueva conquista de
nuestro bienestar .
Mustapic Federico Antonio
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