NUESTRA VIDA NO ES BROMA. ES ALGO MUY SERIO. ¿NO LE PARECE?

Es común que entre tantos indicadores  que a diario los medios nos otorgan, nuestras vidas pierdan el rumbo por causa de tanta información.
Hoy creíamos oportunos escribir algo que nos despierte a la realidad no condicionada por la información segmentada de los medios pagos o no, oficialistas o no.

No solo nos referimos a las cuestiones del gobierno de una nación. Nos referimos a aquellos que opinan en su páginas o columnas, algunos los llaman economistas, políticos, opinólogos, politólogos, sociólogos que en una suerte de monólogo exponen con una fina argumentación su punto de vista del porque estamos como estamos y aún más pueden predecir el futuro de nuestras vidas, ¿será verdad?

Hace miles de años cientos de familias decidieron emigrar a una tierra con futuro. Aquellos vecinos desconocían los peligros en los cuales se verían involucrados y por razones estratégicas enviaron cierto conjunto de observadores para conocer aquella tierra de promisión.
Los observadores trajeron un informe pormenorizado de los hechos, algunos argumentaron, los recursos naturales son inconmensurables, todo se pesa por kilogramos, el clima es perfecto, la tierra tiene ríos que riegan las planicies, es una tierra apta para habitarla.

Luego de dar los informes de su excelencia para el hábitat en una suerte de análisis del tipo FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas) incrementaron la percepción de las Amenazas, a tal punto que  toda la sociedad quedó cautivada por los informes vertidos por la inmensa mayoría de los observadores políticos y estrategas de la ocupación.
Lo notorio es que dicha generación no pudo ingresar porque creyeron más en sus Debilidades y las Amenazas a sus personas que las Fortalezas que poseían para conquistar la tierra de sus inmediatas Oportunidades.
El tiempo pasó, lo cierto es que los hijos de aquellos inmigrantes originales, fueron los que vieron con sus propios ojos, los que sus padres no pudieron ver.
Todos los días somos amenazados, así también nos sentimos intimidados a causa de nuestras debilidades.

Pero les pedimos un favor cuando alguien opine, ¡filtre las cosas!, retenga lo bueno de las declaraciones y elimine lo perverso, negativo o injurioso.
No tenemos tiempo para perder, escuchando discursos exquisitos con ejemplos que a la larga en nada nos favorecerán. No esperemos que nuestra Oportunidades vengan de un plan social o de un posible plan económico, porque seguramente será tarde para alcanzar nuestro objetivo de bienestar.
Es obvio que todos padecemos algún problema en la vida, pero miremos más nuestras capacidades o dotes para hacer. Apuntalemos nuestra baja autoestima, con nuestras aptitudes, cualidades o fortalezas para conquistar nuestros sueños.
Mustapic Federico Antonio