FRENTE AL SLOGAN LA HORA DE LA TIERRA, NOSOTROS PROPONEMOS: APAGUEMOS LA CORRUPCIÓN EN LA TIERRA
En medio de ciertos movimiento por los apagónes mundiales, la lucha por la vida, demos una oportunidad a la tierra, cuidemos el medio y varias propagandas más, se nos ocurrió imponer un nuevo slógan:
APAGUEMOS LA CORRUPCIÓN EN LA TIERRA
Repentinamente ahora la culpa la tienen los supermercadistas porque remarcan, porque especulan, o apuestan a una moneda extranjera y vaya uno como vecino a saber que otro fundamento tendrán, para decir que la culpa no es de la clase política, es de los demás.
Todos recuerdan que cuando la economía de un país se dolariza o euriza, la economía transcurre en una suerte de idilio, entre el vecino, la economía y la administración de los recursos económicos de una nación. En pocas palabras se produce un shock de confianza, que tranquiliza a los mercados y la gente compra por necesidad y no para acopiar, lo cual evita una escalada inflacionaria por un exceso de demanda y gasto.
Muchos recordamos los años de una economía dolarizada, en la cual las góndolas no sufrían los incrementos abismales de una inflación galopante.
Hecha la introducción se nos ocurrió pensar sobre el fundamento de lo que impulsan tantas OSC u ONG, con respecto a cuidar la tierra, unos promueven el Gran Apagón, La Hora del Planeta, La Ley Calefón y no sabemos que otras movidas por el bien del Medio Ambiente.
Pero muy pocos apuntan los cañones hacia lo que realmente daña nuestro planeta.
Conocemos que la palabra corrupción molesta y hasta más de uno seguramente dirá u ¿otra vez con la misma sanata? Frente a dicho comentario se nos ocurrió pensar o compartir en nuestro medio otra formar de ver las cosas.
El fuego generalmente está visto con malos ojos, por los efectos del mismo en los incendios forestales. Pero muchas especies arbóreas necesitan del mismo para poder reproducirse. Para los que nos gusta comer, existe una gran diferencia entre un churrasco jugoso, bien cocido y el mismo sacado de una heladera aunque este bien cocinado.
Ni hablar del chocolate caliente o frío, cuando padecemos de hipotermia. Pues bien para hacer el chocolate caliente en las altas cumbres cuando no existe gas o energía solar, precisamos encender el fuego, con unas pequeñas ramas para calentarnos y aprovechar ese mismo fuego para calentar nuestra comida.
Ahora estos simples ejemplos nos trasladan a varios y diferentes puntos de vista: ¿Qué sucedería si el gobierno gasta exactamente lo que una nación necesita?
¿Que acontecería si se impulsara la construcción de hornos solares para cocinar o calefaccionar a los hogares humildes, aplicando nuevas tecnologías constructivas y uso racional de la energía?
¿Y si usáramos nuestros desperdicios orgánicos para genera metano, que es otra alternativa al gas natural?
Y si en lugar de enterrar nuestra basura la recicláramos hasta el último miligramo, con el propósito de reutilizarla en otros e innovadores desarrollos industriales, ¿Acaso no sería más ventajoso o útil para cambiar nuestra matriz energética, económica y social?
En medio de un desierto seguramente no será fácil la travesía por el mismo, pero al final luego de transitar por un sin número de oasis seguramente encontraremos nuestro porvenir y bienestar en nuestra tierra prometida si no desmayamos.
El secreto está en trazar nuestro objetivo y conocer el camino que debemos tomar para alcanzarlo.
Mustapic Federico Antonio