En un día como hoy nacía Nostrodamus. Y recordé algunos hechos proféticos, como enseñanzas de ciertos economistas

En leído mucho sobre libros de políticas financieras, y como éstas fueron llevadas a cabo por los poderes de la supuesta Democracia, con un touch de Dictadura, estos compendios contienen un prólogo, un conjunto de capítulos, dependiendo si es un libro de consulta, opinión, asesoramiento…Pero en los últimos años se ha visto una irrupción, en los últimos capítulos de los mismos, una suerte de visión optimista, que ni los mismos escritores se las creen, pero como queda lindo, cerrando la obra literaria desde un punto de vista futurista alentador, la ubicaron en dicho lugar, para que no todo se vea en penumbras.
A manera de ejemplo usted vecino se dará cuenta que la palabra crisis es el tema central del prólogo, el fin del comunismo y su economía, con la contrapartida del éxito del capitalismo. Pero algo falló en el laboratorio de los cráneos de las finanzas mundiales. Sí, a los predicadores de la economía desregulada, se les quemaron los papeles, y como contra partida el efecto de la globalización destruyó la era ultraliberal, el capitalismo especulativo, por ende el gran Casino Financiero Mundial. Una vez más, como en la Mega Crisis de los años 30, la necesidad y carencia se volvió a introducir en los bolsillos de las clases medias, pobres, de todo el mundo. Pero ésta vez fue diferente , el modelo se salió de lo previsto, lo cual impulso a estados industrializados, a una salida para inyectar en los circuitos financieros, dinero fresco, para tapar los agujeros especulativos, ¡perdón! desfasajes entre el debe y el haber, de los bancos megaloencefálicos.
Luego de lo anteriormente comentado, cabe una pregunta reflexiva: ¿Hemos aprendido la lección? Indudablemente que no, por cuanto el papá Estado para salvar la economía localista y ésta relacionada con el resto de la comunidad internacional, debe inmiscuirse revitalizando así la economía, para luego volverla a vigilar, una suerte de comunismo encubierto, ¡claro! manejado por una suerte de Politburó, donde solo se ven beneficiados aquellos que están cerca del fuego del poder, mientras el resto de la comunidad sufre el invierno en su hogar, sin ningún tipo de beneficios, para sobrevivir a las inclemencias del tiempo hostil generado por los que más tienen. Sobre este tema en particular se ha escrito, si se puede decir enciclopedias durante años, con ejemplos, parámetros de los mismos, con soluciones fantásticas, como para ser todo un erudito en la materia. Pero con todo el conocimiento, la hecatombe mundial llegó, por cuanto creyeron los gobiernos en las doctrinas de renombrados economistas, los “Chicagos Boys” los cuales generaron una profecía de bienestar generalizado, fundada ésta sobre una suerte de fanatismo económico que les llevó a colaborar con gobiernos dictatoriales, Argentina, Chile, Indonesia, Venezuela, Polonia, países de África como de Asia Oriental, como el caso de Dubai o porque no el de Rusia . Para conducir a estas naciones al buen camino neoliberal, bajo la supervisión y aporte leonino del Club de París, FMI,… los cuales no dudarán en ejercer presión sobre ellas, recurriendo a los "asesinos financieros", profesionales de la Mega Estafa como un Soros, Bernard Madoff, muy bien pagados que han estafado o quebrado por miles de millones de dólares a diversos países del globo, dirigiendo el dinero del Banco Mundial, de la Agencia Estadounidense de Desarrollo Internacional (USAID), y otras organizaciones “humanitarias” hacia los cofres de las grandes compañías y los bolsillos de grandes familias adineradas. Ellos aplican a su manera, el socialismo en momentos de crisis, como lo fue el caso, del ex presidente de USA, George Bush en el 2008, cuando se negó a firmar una ley que ofrecía cobertura médica a nueve millones de niños pobres, y acto seguido ayudó sin mirar el monto a los ludomaníacos de Walt Street y la banca cómplice.
Como conclusión: Cuéntele a su hijo, a su comunidad sobre la importancia de respetar las reglas y buenas conductas, para evitar una prueba difícil de sobrellevar, como le sucedió a una nación milenaria en un éxodo de 40 años en el desierto, viviendo con lo justo. Practique el diálogo con sus vecinos, cuénteles, edúquelos, enséñeles como enfrentar las crisis y como si fuera poco lléneles su espíritu, mente de optimismo.
Porque a pesar de todos los nubarrones que se avecinan, el diluvio solo duró 40 días. De allí no nos olvidemos el concepto: “que siempre que llovió paró”, y el otro genial que dice: “luego de la tormenta más oscura, siempre sale el sol, más brillante”.
El secreto en medio de la hecatombe es ser conciente que tenemos el poder de revertir lo imposible en posible. Por lo tanto animo a mis vecinos a mantener la calma y redoblar el esfuerzo para vivir en solidaridad con el resto de los vecinos desahuciados
Federico Antonio Mustapic