ALEGRÍAS Y SOLUCIONES EN MEDIO DE LAS DIFICULTADES O PROBLEMAS DE LA VIDA

De diferentes maneras somos enseñados, algunas veces son lecciones de vida,  otros un conjunto de fórmulas, pero aún así no alcanza para aprender a expresarnos o dialogar con los demás, sea en forma escrito o verbal.

Muchos no sabemos como hacerlo y más de una vez hemos quedado perplejos, paralizados, por no saber desenvolvernos ante ciertas circunstancias.
Nos preguntamos a menudo la razón del porque de este comportamiento. No existe una única razón, pero todo responde a un conjunto de circunstancias, las cuales algunas veces dependen del entorno familiar, otras de nuestra propia autoestima, puede ser incluso nuestro desarrollo neuronal, pero tal vez la más importante y que muchas veces nos olvidamos es del pensamiento: ¿Cómo nos vemos nosotros?
Es nuestra mirada, nuestro punto de vista, la razón de nuestro éxito o fracaso.
Es cierto que puede existir lo que algunos motivadores o psicólogos definen: “carga emotiva”, como otro de los fundamentos de nuestro bienestar, pero en definitiva somos nosotros quienes nos reprobamos.
Es el vaso medio lleno o medio vacío. El punto en una hoja en blanco o la hoja blanca.
El 90 % del recorrido o me falta el 10%.
En los cuentos populares para motivarnos existen muchas historias, pero personalmente prefiero elegir la historia de la “Ranita Optimista”.
El siguiente relato tiene que ver del como somos nosotros en nuestra forma de ver las cosas.
Según cuenta la historia existían dos ranitas muy amigas, que siempre andaban juntas a “los saltos” de aquí para alla. Un buen día con tanta cantidad de incursiones saltaron sin saberlo dentro de un balde lleno de crema de leche.

Una le decía a la otra mientras chapoteaban con los pies y las manos: ¿Dónde nos metimos? ¿Que es esto? Al agua cristalina del estanque la conozco, pero esto ¿que es? En definitiva la primera se desgastaba quejándose.
La segunda animaba a la quejosa diciendo: “No te preocupes, alguien nos va a ver”, “nuestra vida no va a terminar en este lugar o circunstancia”, “somos ranas y podemos mantenernos a flote, no nos vamos a undir”, “alguien nos va a ver” mientras movía sus extremidades.
Para hacerla bien breve y como se imaginarán, la pesimista se ahogó en la crema por desconocer la razones del porque cayeron en el balde. La optimista siguió chapoteando hasta que la crema de tanto movimiento se hizo manteca y la rana salió victoriosa diciendo:  “si mi amiga no se hubiese rendido antes del milagro”.
Puede que sea un cuento un poco naif, pero en definitiva es un resumen muy escueto de lo que a menudo nos sucede en la vida.

Sinceramente no se en que situación, los que nos conocemos por este medio nos encontramos, tampoco conozco las circunstancias de la vida de cada uno de aquellos que diariamente visitan nuestro blog, pero seguramente buscan una nueva idea, punto de vista o material para escribir un libro, o ¿por que no? Para cargar las pilas.
Lo concreto es que hoy hemos aprendido una nueva lección no nos rindamos antes de recibir el milagro que buscamos.
La características de los grandes inventores, pensadores, escritores, presidentes,… fue que no se rindieron, perseveraron en hacer realidad su sueño, idea, pensamiento…
Y esta debe ser nuestra conducta cada día. No sabemos la razón por la cual experimentamos circunstancias extremas, pero seguramente, debe existir un propósito que trascienda al tiempo y la lógica presente de nuestro ser.
Una mujer no nace madre, todo su ser evoluciona y se prepara física y psicológicamente para ser una profesional, ama de casa o madre.
Sea como sea, nuestra existencia es una maratón que dura toda la vida y que si se sabemos regular, administrar el gasto de nuestra energía, llegaremos a ver el fruto de nuestra vida o sacrificio.
En resumen: SIGAMOS CHAPOTEANDO
Mustapic federico Antonio