LA GRIPE H1N1 ES MENOS VIRULENTA QUE EL NUEVO VIRUS P1D1
En el mundo existen un sin número de enfermedades que a diario se
manifiestan o parecen en escena. No todas han sido descubiertas y menos
sus vacunas, tratamientos o antídotos.
La
voracidad del hombre por apropiarse de los recursos naturales
escondidos en la selva Amazónica Brasilera ha hecho que el ecosistema se
vea amenazado en su sobrevivencia.
Con el correr de los años los
resultados van a ser catastróficos. El hombre será el artífice de la
destrucción del pulmón más importante del planeta tierra.
Pero
allí no terminan las consecuencias de esta voracidad por las riquezas en
forma irracional e insensible por la naturaleza que nos cobija, nutre y
protege.
Se han efectuado investigaciones científicas del tracto
digestivo de diversos insectos oriundos de la zona impactada por la mano
del hombre. De los mismos se han extraído una diversidad de virus,
bacterias desconocidos/as hasta el momento. Se están buscando antídotos
para proteger al ser humano de una nueva pandemia mundial, provocada por
la depredación del hombre y su falta de previsión en el impacto
generado al ecosistema.
Pero
existen otras enfermedades que también son preocupantes y sobre las
cuales aun no se ha descubierto la vacuna por este mal pandémico.
Hace
un tiempo atrás pude observar en la pantalla del celuloide la película
“Contagio”, una suerte de versión más actual de la película “Epidemia”,
esta fue remozada con el agregado de algunos matices adicionales en la
forma de su trasmisión.
La primera versión era la historia de un nuevo tipo de virus que mutó y el cual pasó de un simio africano al ser humano.
Hoy les comparto la pandemia más terrorífica que asolará la tierra de forma tal que tendrá consecuencias apocalípticas.
Trataron
de rastrear su constitución genética y se cree que viene
transmitiéndose de ser humano a ser humano desde hace miles de años.
Los
fundamentos del mismo han sido la contaminación en el cerebro del ser
humano. Es bueno recordar la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, la cual
apareció por consecuencia de consumir carne contaminada, con el mal de
la Vaca Loca. Loe
efectos de la misma aparece en escena, cuando sin conocer este tipo de
mal, se faenaban las vacas jóvenes contagiadas por este nuevo tipo de
enfermedad y su carne era utilizada para elaborar todo tipo de alimentos
cárnicos los cuales consumían los habitantes del Mercado Común Europeo
(EU).
La enfermedad tiene un virus que aún no ha mutado pero se
cree que en los próximos años mutará y su conformación será tal que
estará oculto en el ser humano hasta que ya sea tarde para combatirlo.
El virus es del tipo P1D1, su virulencia está por encima al de la gripe H1N1.
Los científicos aún no saben como se les pasó por alto el mismo y la sigla de este virus vienen del inglés Power Disease, PD.
La
persona afectada pierde el interés en la vida del ser humano como
consecuencia toma todo tipo de decisiones que destruyen al ecositema que
sustenta al ser humano.
Las
personas afectada por el P1D1, pactarán con multinacionales para
favorecer los proyectos de la Mega-Minería a cielo abierto, lo cual
permitirá la contaminación de los acuíferos con Cianuro lo cual
provocará millones de muertes, la República Dominicana tiene casi el 80 %
de sus acuíferos contaminados por el lixiviado de los emprendimiento
mineros de este tipo.
Acordarán con las explotaciones petrolíferas
contaminando los espejos de agua próximos. Miles de habitantes, en
forma clandestina, serán contaminados en diversos estados, como ejemplo:
las provincias patagónicas argentinas de la cordillera de los Andes,
tienen a sus comunidades mapuches enfermas, los afectados ya han
denunciado este hecho.
Otros
por falta de recursos energéticos, menos contaminantes, utilizaran
carbón, generando cambios climáticos de impacto para las futuras
generaciones y así podemos hablar y compartir los efectos del Power
Disease.
Varios años atrás apareció en escena un científico con
una idea revolucionaria: Stanley Prusiner. El cual se hizo una pregunta
en los años ochenta, que le llevó a descubrir un mecanismo de infección
completamente insospechado hasta entonces: los priones, los agentes que
transmiten el mal de las 'Vacas Locas'. La comunidad científica pensó
que era un loco. Pero Prusiner tenía razón y en 1997 le tuvieron que dar
el Premio Nobel de Medicina por la misma teoría que estuvo a punto de
costarle su carrera 15 años antes.
Me pregunto: ¿Acaso los políticos corruptos no padecen el P1D1?
Mustapic Federico Antonio
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