NO EXISTEN SOLUCIONES INSTANTÁNEAS, PERO SI EXISTEN REMEDIOS PARA VENCER EL PESIMISMO
Hace unas semanas detecté una invasión de una serie de pequeños
insectos. Los cuales invadieron un hermoso Cyclamen que teníamos en un
lugar con óptimas condiciones ambientales. No le faltó agua o atenciones
normales, que toda planta necesita periódicamente.
La
había regado con agua de lluvia con hormonas para el crecimiento según
lo recomendado. Ya que es una planta sensible a la excesiva humedad.
Como un dato si el tubérculo se moja muy seguido se pudre. Por lo tanto
el riego se hace de una forma particular, se la debe regar poniendo agua
en el plato que soporta a la maseta y nunca se debe regar por la
superficie o desde arriba en forma de lluvia.
Todo iba bien hasta
que llegó la invasión extraterrestre, esta especie no tenía intenciones
benévolas para la indefensa Violeta de los Alpes, algunos la llaman así.
La
arañuela había invadido todas las hojas, flores, nada quedo sin ser
asaltado y arrasado por los efectos que la arañuela hace con las
plantas. Poco a poco le iban chupando la sabia hasta secarla
literalmente.
Lamentablemente buscando la solución ecológica del
problema planteado, uno cree en todo tipo de remedios caseros, y
experimenta con los mismos. Pero realmente no lo conseguí y muy por el
contrario, las consecuencias fueron nefastas, el Cyclamen quedó en
estado comatoso o puede que este en un proceso de recuperación, aunque
invadido por hongos.
Muchas
veces en la vida nos sucede lo mismo, en lugar de tomar medidas
drásticas, aplicar los remedios ya probados, escuchamos miles de
consejos, ideas. Pero nada resulta y en la desesperación cometemos
errores, que nuestro entorno luego los sufre.
Es allí donde como seres humanos aprendemos.
No
creo que todo sea cuestión de una suerte de prueba y error, muy por el
contrario deberíamos minimizar los errores y hacer cada vez las cosas de
una forma más fiable, elaborada, menos improvisada.
Los errores
de nuestro pasado se vuelven en algunas ocasiones como paradigmas.
Enseñanzas que nos paralizan o frenan para nuestro progreso.
Es
por tal razón que buscamos en nuestra memoria la voz de los
experimentados, los consejos de los sabios y dejamos de lado las pócimas
mágicas.
Nada es fácil en la vida y si así lo fuera, todo el mundo lo haría.
De
la historia inicial del cyclamen he aprendido algo particular, debemos
vigilar nuestra posesiones, cuidar nuestra vida, no dejando que todo
tipo de parásitos invadan el jardín de nuestra vida, metafóricamente
estoy hablando de nuestra mente. Solemos aplicar todo tipo de remedios
instantáneos, por cuanto el frenesí de la vida no nos da un respiro.
Personalmente
he aprendido que el mejor momento para solucionar un problema, es el
momento donde decidimos frenar nuestra vorágine, para lograr la
concentración necesaria, a los efectos de hallar la solución a nuestro
problema.
Para resolver una dificultad el primer consejo es:
Conquista la Fe y expulsa todo pensamiento de autoconmiseración.
Inspira optimismo y exhala incredulidad. Atrae buenos consejeros y
deshazte de los agoreros de las soluciones instantáneas.
En pocas
palabras la respuesta a tu necesidad, está latente en el infinito
universo que mora en tu ser creativo, por cuanto fuimos hechos a imagen y
semejanza de Aquel que nos ama y jamás nos abandona.
Mustapic Federico Antonio
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