2010 Un año, para ser exitoso...
Estamos a las puertas de un nuevo año, en algunos países a las vísperas de un nuevo apretón inflacionario, de una elección presidencialista, para engañar una vez más a los vecinos con candidaturas de los deteriorados aspirantes políticos. Todos ya sabemos que por argucias, nos quieren vender un candidato, para ello las encuestadoras mejor pagas de los países, tratarán de catapultar al más corrupto como un santo ángel, a los ojos de los comunes mortales.
Pero hay vecinos que vemos más allá, no nos olvidamos de los abrazos y luego las peleas para hacernos creer que uno esta con el pueblo, más que el otro. Todo para hacer más creíble al futuro candidato, habrá peleas entre algunos copartidarios, para inventarnos en nuestra mente, que uno es más bueno que el otro. Muchos vecinos llaman a estos sketchs , peleas de lucha libre televisiva, se sabe quien va a ganar.
¿Pero cual es la consecuencia de lo arriba compartido?. La que vemos, grandes países, cuasi potencias desmembradas, empobrecidas. Naciones de lo mejor preparadas para hacer del mundo algo digno de vivir, pidiendo limosnas, arrodilladas ante bancos supuestamente poderosos, hasta que la crisis económica mundial, descubrió su estado miserable.
Vemos como ejemplo a los países latinoamericanos que en forma conjunta, se han transformado en víctimas de la lúgubre y paupérrima clase política, sea militar, dictatorial o democrática. Estas naciones se encuentran solas por razones que responden al proverbio del rey: “Divide y reinarás”.
Son pueblos que tienen recursos, para sobrevivir sin ningún tipo de asistencia financiera, pero los arrastran hacia un desierto para ser rodeados por ejemplares caroñeros, buitres, chacales de las superpotencias, las cuales están al asecho, esperando el mejor momento para arreglar o acordar una revuelta que los favorezca para vender armas, jugos concentrados, drogas, agua, semillas transgénicas, vacunas ineficaces o placebos… sí esta es la realidad material.
Pero existe otra realidad que es mucho más interesante y eso depende de cada uno de nosotros y es responder a la siguiente pregunta: ¿A quien escuchas?.
Vas a seguir escuchando las incumplidas promesas de todos los políticos con esas palabras retóricas de: “Tenemos que reunirnos en una gran mesa de dialogo para consensuar la políticas a seguir en forma mancomunada”. Mientras ellos consensúan nosotros los vecinos perdemos tiempo en los debates espurios que han conducido a naciones enteras al desastre económico, ecológico, social y educativo.
A muchas naciones se las presionó para que vayan a una guerra por pretensiones o necesidades de potencias foráneas al lugar del conflicto geopolítico.
Estos zánganos endémicos, piratas de la política que llevan a naciones enteras a luchas internas para lograr el acaparamiento de ciertos productos claves para su supervivencia. Sobran los ejemplos como la luchas transnacionales por el petróleo, salitre, agua, mares, todos recursos naturales, los cuales no poseen las potencias rapiñeras, pero que necesitan acaparrar, sea como sea, para seguir adelante con su comercio.
Ellos inventan leyes como la de patentes para proteger sus negociados, pero ellos mismos las rompen cuando no les conviene.
Patentan semillas de ciertas plantas en sus países donde sus habitantes desconocen la existencia de las mismas. Pero lo hacen para que las naciones verdaderas dueñas de estos frutos no puedan comercializarlas.
Nosotros creemos en sus fortunas para despreciar a nuestras monedas, gente, tradiciones. Opinamos que ellos son los mejores, porque así nos lo venden.
Pero ¿A quien escuchas?
Dentro de las colonias de estos vividores de colmenas laboriosas, se encuentran los representantes, llamados ministros pagos por superpotencias, los cuales reciben onerosas coimas en nombre del poder político, para que generen lo necesario para lograr sus objetivos rapiñeros.
Es tiempo que todos los despertadores de las naciones aviven a una, a las naciones con un solo propósito, ayudar a los más necesitados, desarrollar los dones potenciales de los vecinos que están latentes, administrar los recursos no renovables o naturales de tal forma que no le demos lo que nos pertenece por espejitos de colores.
Juntos somos más, podemos salir de todo problema.
Pero tienes que contestar esta sola pregunta: ¿A quien escuchas?.
Debes escuchar a tu vecino que de verdad te aprecia, a pesar que eres de otra religión, nación o partido.
Porque en definitiva, los inútiles quieren dividirnos, pero los buenos somos más. Nosotros tenemos el poder de cambiar al mundo, para el bien de toda la humanidad…
Solo escucha y observa a los buenos vecinos, que no teniendo nada, te brindan todo.
Escucha aquellos que aunque a ellos los ningunearon, ellos te ayudaron, te exaltaron y defendieron.
Son más los que están con nosotros, que los que están con ellos.
El deseo de nuestro corazón es que en este año DIOS te abra los ojos para que veas, escuches bien y ÉL pueda desatar todo el potencial que tienes, con tus dones innatos, para ser enriquecido con toda bendición de lo alto.
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