Ushuaia una ciudad no preparada para terremotos

En sucesivas entregas en este espacio iremos demostrando las razones el porque del título de nuestra portada : Ushuaia una ciudad no preparada para terremotos.
Cuando escribo sobre el problema que se cierne o está en sus comienzos en la ciudad más austral del mundo, por un instante me puse analizar que ciudad semejante puede compararse con la que se vive en la capital de la tierra del fuego automáticamente mi imaginación me transportó a Rio de Janeiro y a la problemática de sus favelas. Se calcula que más de 500 de las mismas existen sobre las laderas de los moros de la ciudad carioca, dichos barrios improvisados no tienen un gran desarrollo comercial, aunque el mismo existe. Por cuanto las construcciones o viviendas de las mismas se extienden sobre terrenos inadecuados para el desarrollo comercial.
Algunas de las favelas tienen miles de residentes, otras sólo algunos centenares. Pero cada una de ellas tiene nombre y características propios.
La favela es un tipo de arbusto con flores, y el uso del término favela para una barriada aparentemente data de un episodio ocurrido hace 100 años en que soldados enviados a aplastar una revuelta de campesinos acamparon en una colina llamada Morro da Favela. Los soldados mismos fueron bautizados como los "favelados". Cuando regresaron a Río sin un centavo, sin empleo ni techo, el lugar que eligieron para establecerse fue apodado la favela, el sitio de los favelados. Desde entonces el nombre se empezó a generalizar.
Las favelas debían tener un período de existencia para salvar una incomodidad momentánea. Pero han pasado los años y nada cambió o mejoró, exactamente lo mismo sucedió con el San Vicente de Paul en la ciudad de Ushuaia. Este tipo de barrios de emergencia debían actuar como soporte, ayuda para gente pobre que, una vez mejorada su situación económica, las dejarían para ir a mejores sitios. Pero hay familias que llevan ya cuatro generaciones en la misma favela.
Durante los años 70 y 80, las condiciones de vida en las favelas mejoraron un poco: hubo más seguridad de que sus residentes no serían desalojados por la fuerza. La respuesta de muchos fue reemplazar sus coloridas chozas de madera con estructuras más firmes.
Algunos de los angostos senderos que atraviesan las favelas fueron cubiertos con una capa de cemento y los desagües cloacales a veces corren debajo de cunetas parcialmente cubiertas. Muchos hogares tienen acceso al servicio municipal de agua corriente usando cañerías de plástico. La mayoría de los hogares tiene electricidad, adquirida legal o clandestinamente y unos pocos hasta disfrutan de un sistema de TV satelital.
Pero la vida en las favelas es todavía difícil y peligrosa. Por las noches, sus calles están en manos de los traficantes de drogas, que emplean a niños como mensajeros y vigías, pagándoles hasta US$300 semanales.
Yo quisiera que este modelo no se repita en nuestra ciudad pero la capacidad de las sucesivas gestiones de nuestros ejecutivos políticos de Ushuaia, está muy lenta, va detrás del crecimiento poblacional de nuestra sociedad.
Si a esto le agregamos el condimento que mucho antes de los intrusamientos el sistema cloacal estaba colapsado, tenemos una proyección a un futuro inmediato de tipo catastrófico, no va ha existir sistema, ni maquinas que puedan construir o mejorar nuestra caótica situación por causa del desfasaje económico de nuestra estructura democrática municipal.
Además existe una gran diferencia entre el suelo sobre las cuales están asentadas las favelas y el nuestro, sobre el cual se encuentran emplazados los barrios de emergencia. El sustrato de Río de Janeiro es de tipo granítico, y el nuestro es de una característica altamente peligrosa por cuanto el suelo se degrada en lonjas, lajas, no es firme, por lo tanto se deberían tomar medidas como para evitar dicha degradación aunque más no sea por razones hídricas.
Concluimos que la responsabilidad será de aquellos que no han sabido construir la infraestructura necesaria para generar suelos urbanizables en tiempo y forma para evitar este tipo de pseudo favelas fueguinas.