¿Agujeros negros o paneles solares?
Todo lo que nos rodea en forma directa o indirecta nos puede afectar. Por tal razón es necesario tener nuestro valor subjetivo o autoestima en alto, para vencer a la conducta o espíritu del agujero negro.
No es fácil. Máxime cuando sobre este tema no existen muchos libros. Sí, existen los de automotivación, que nos pueden ayudar.
Pero ¿como discernir cuando nuestro entorno es más un lastre que un salvavidas?, en este sentido no es difícil darse cuenta, por cuanto existe una confrontación permanente.
En otro orden, la vida se puede presentar en algún momento, como un vínculo con alguien próximo a nosotros, tomando forma de salvavidas, tan solo para arrastrarnos a aguas más profundas, dejándonos abandonados a la suerte divina.
Aún a pesar de ello no debemos desesperar en nuestra persistencia, para buscar una solución a la dificultad.
En algún momento de la vida por razones laborales, vamos a estar en contacto con personas que tienen delirios de paranoia, los cuales, nos van hasta acusar injustamente, por consecuencia de sus delirantes conductas o ideas, las cuales nos deshonrarán. Este tipo de individuos en el tiempo presente, poseen por ende un alto toque agresivo encubierto o perceptible. Los mismos no soportan que uno los corrija, ni tampoco permiten corregirse. Gastamos tiempo inútil en ellos, uno percibe un toque de bronca, o ira a causa de su impotencia para salir de su propio círculo vicioso. Esa conducta, se transforma en todo ámbito, como un agujero negro, todos están en derredor, buscando salir, pero son absorbidos. Arrastra tiempo, esfuerzo, energía y absorbe la voluntad de hacer algo. Es una energía tan intensa, que podemos hablar de un espíritu de antimateria. Destruye sueños, negocios, proyectos y saca la capacidad creativa. No lo hace de golpe, actúa como una sanguijuela que va poco a poco sacando la sangre que nos da la vida.
Ante lo anteriormente expuesto uno se pregunta: ¿que se puede hacer?, nada lamentablemente por ellos.
Sobran ejemplos de lo anteriormente escrito: Judas el Iscariote, vivía en un entorno de amor y respeto, pero su ambición era tan grande, que no le importaba traicionar a quien fuera, con tal de hacerse con treinta monedas de plata para saciar su inmediata miseria egoísta. Al tiempo su traición, la negociada entrega, de un inocente vecino, para nada le sirvió, porque al final de cuentas su ambición terminó con su vida. Así también podemos hablar de la conducta del rey de Francia contra Juana de Arco, los políticos corruptos, etc.
El secreto es tener un alma grande, tan voluble, de tal forma que al brindarnos en ayuda a nuestros semejantes , se transforme en nuestra energía y poder multiplicador. Para ello deberemos actuar como los paneles solares, si estamos expuestos a la luz, podemos recibir y dar energía. El secreto es estar siempre expuestos a la luz, jamás salirnos de ella y por todos los medios evitar cualquier tipo de sombra, como también evitar que algo oscuro se pose sobre nuestras vidas, opacando nuestros paneles, bajando así nuestro rendimiento.
Escapemos de todo tipo de atmósfera contaminada, impongamos nosotros, nuestro conceptos del bien hacer, llenemos el mundo de paneles solares, buenas acciones, los cuales serán transformadores de energía, para generar vida, movimiento, alegría…
Es preferible ser una fuente de poder para el bienestar de nuestro prójimo a ser un sumidero, agujero negro o basural de la política corrupta.
Federico Antonio Mustapic
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