Necesitamos hechos para ser libres y soberanos en nuestras economías regionales.

Algunos dicen haber ejecutados obras de infraestructura, sin embargo solo han hecho por nuestra ciudad, provincia, nación, exactamente lo mismo que las gestiones políticas anteriores, nada o casi nada.
De vez en cuando la vida toma conmigo café y está tan bonita que da gusto verla.
Se suelta el pelo y me invita a salir con ella a escena…, algo así, cantaba si mal no recuerdo Joan Manuel Serrat
Parece que estoy un poco nostálgico, pero... ¿no tiene la sensación de haber visto esto, por allá en las imágenes de un prócer de su nación, platicando con usted en su imaginación y diciéndole aún hay esperanza?.
Esta mañana recorría mi querida ciudad, cuando repentinamente y por un instante tuve la impresión de un Deja-Vu, fue como que hubiese ingresado al túnel del tiempo, o pasado por un agujero negro del espacio que dicen los científicos que es como una puerta a otra dimensión o tiempo. Luego medité: ¿no habré vuelto a la época de las carretas, diligencias,…?.
Todo era confuso una sucesión de imágenes me recordaba los artículos leídos en otros portales desasnándome
Vi entonces, gigantescos vehículos hechos de madera, tirados por bueyes, los cuales hoy día en mi país no existen y en otros lugares en franca vía de extinción. Su uso fue tan generalizado en toda la historia de la época colonial, actualmente se circunscribe a muy pocos y abandonados lugares, donde el progreso nunca llega.
Ya para los tiempos actuales casi es imposible encontrar una carreta tirada por bueyes en toda la zona de influencia de lo que fuera lo abarcado por el Virreinato del Río de la Plata y que además eran muy comunes en el Uruguay de esto hace mucho tiempo atrás.
Existían diversos transportes en el 1800, la carreta como uno de los medios de carga, estaba montada sobre dos grandes ruedas sin llantas, las cuales podían llegar a medir hasta tres metros de diámetro. Se las solía construir de lapacho con grampas de hierro envueltas en lonjas de cuero para reforzarlas. Tenía un eje frecuentemente construido de naranjo”.
De acuerdo a las zonas las paredes del resguardo o la quinchada de estos formidables medios de transporte, eran de diferentes tipos de madera, algunos construidos con materiales típicos de la zona, como ser la totora o el junco con pasantes de caña tacuara.
Podía haber carretas quinchadas o toldadas, de acuerdo al tipo de techo que llevaban. Según lo relatan viejos conocedores en la materia, las carretas eran el único medio de transporte de mercadería y frutos. Estas eran tiradas preferentemente por tres yuntas de bueyes y que la carga era de 150 arrobas (se calcula que una arroba tenía unos 11,5 Kg de peso o sea que esta carga hoy día representaba 1725 Kg de la actualidad) en viaje a Córdoba y de 125 (1435 Kg) cuando iban al norte.
Los troperos, así se les llamaba a los dueños de las carretas, era un agrupación muy respetable, las tropas constaban de más de quince carretas, aduciendo que menor número era imposible utilizar debido a lo que significaba sortear ríos, lodazales, los cuales debían cruzar, muchas veces crecidos, y que se requería el esfuerzo de todos los peones y todas las yuntas. También era necesario semejante paisanada, para resistir a los ladrones de mercadería que solían acechar en los caminos.
Es que las calles de las ciudades abandonadas de nuestras naciones tienen sensaciones de películas de ciencia ficción, donde se confunde, si el ejecutivo municipal, comunal dijo, hizo, prometió, sea como sea, uno tiene que tener mucha imaginación para creer que todo está bien o que no nos falta nada…¿verdad?...En medio de la inseguridad, con los lodazales o lagunas en medio de las calles, realmente es como que el Deja-Vu de los troperos hoy es una realidad.
Después de muchos reclamos a los muchachos del poder, no hemos podido conseguir que míseramente realicen el mejorado de varias cuadras de nuestros barrios las cuales son literalmente de barro en los días de lluvias o deshielos, vivamos donde vivamos, hemos retrocedido a la época de la colonia.
Se ha reclamado, tantas veces, que por cansancio los vecinos han decidido hacerlo público, por los medios periodísticos, por no tener eco en sus pedidos.
No alcanza con pasar una maquina para correr la tierra de un lugar al otro. Se trata de mejorar un servicio para que la gente, resida donde resida, en calles pavimentadas o no se sienta contenida.
Por eso algunos vecinos aprovechan los medios como este, para hacer pública su necesidad y solicitarles a todos los funcionarios, lectores de este medio, para que hagan algo al respecto y trabajen honradamente, en vez retozar al sol.
A un margen una foto de un vecino como idea, para promocionar y subvencionar momentáneamente la compra de orugas para vehículos de transito ligero, para poder trasladarse por las calles con pavimento o barro en cualquier ciudad, llámese como se llame.
Por favor tomen cartas en el asunto no es mucho lo que queremos los vecinos, un par de hemisferios cerebrales, mucho laburo, un par de camiones con roca y/o piedras bola que deben estar dispuestas, acomodadas en cuadras que necesitamos mejorar, de toda ciudad o sectores de las mismas que ya son intransitables.
Federico Antonio Mustapic.