UNA Y MILLONES DE VECES FELIZ DÍA MAMÁ
No, me canso de desearles a todas las madres
del mundo un muy FELIZ DÍA. Porque gracias a ellas hoy yo puedo
disfrutar de la vida, que Dios me regalo por su intermedio.
Generalmente
para EL DÍA DE LA MADRE, somos nosotros los hombres, hijos o hijas que
le deseamos algo hermoso, le compramos algún regalo, le damos una
sorpresa, tal vez nosotros los hombres hagamos un asado o tantas cosas.
Pero
hoy es diferente, es una madre que te quiere regalar un presente un
pensamiento de una MADRE PARA SU HIJO O HIJA, solo debemos hacer un
pequeño esfuerzo cambiemos el genero de esta carta cuando corresponda.
De Mamá para vos Querido Hijo:
En
primer lugar quiero pedirte perdón por comunicarme contigo por este
medio. He intentado mil formas de acercarme a ti, pero cuando estoy a
punto de hacerlo simplemente desfallezco y todo se vuelve tan
inverosímil de ser concretado. Antes, cuando tenías 12 años, creía que
ya había fracasado con mi labor de madre... habías pasado a formar parte
de esa multitud de niños que buscan el verdadero amor en la calle, con
los amigos, con el licor en la sangre.... pero ahora, puedo comprobar
con satisfacción que me había equivocado... soportaste lo más duro... y
has logrado salir adelante... no sé cuánto hayas logrado y cuánto
hayas fracasado... sólo sé que ya te he recuperado... y eso es
suficiente para mi.
Espero
que a través de estas líneas puedas ver lo que hay en mi ser... no
pretendo sacarte en cara nada, ni acusarte ni mucho menos exigirte
algo... alguna razón debes tener para guardar esa actitud con el resto.
Me duele que a veces sienta que no te conozco.... pretendo hacerlo...
lo juro... pero parece ser que tú fueses el curso de maestría para
padres... exiges bastante sin pronunciar una sola palabra.... Tu actitud
simplemente me desconcierta.... Sé que te preguntas cuándo te diré una
palabra de reconocimiento, de aliento y no porque busques mi
aprobación sino porque todos llevamos por dentro un corazón que espera
una palabra de acogida, pero es que a veces hijo mío, siento en el
corazón que ya no hay nada que decir... las palabras sobran para
expresarte admiración.
Sé
que a veces te gustaría que te pregunte: ¿Qué tal las clases?, o
simplemente verme menos amargada. Cuántas veces al llegar a casa me
hubiese encantado
darte
un beso y no me atrevo porque temo tus reacciones... y es que a veces
también mis frustraciones revierten y en mi cabeza se arma un lío de
las mil y una noches de insomio que no me deja pensar... y sabes qué es
lo peor? Siento que te estoy contagiando eso. A mí me hubiese gustado
ser tu amiga. Yo necesito de ti como Hijo y no con poses de adulto. Me
encantaría poder contarte mis cosas e incluso preguntar por las
tuyas... pero no me das espacio... no me ofreces la oportunidad o
quizás es que soy yo la que no te da la posibilidad de acercarte más.
Sé que con mi sinceridad a veces te obligo a tomar decisiones sin
consultarme, cosa que luego hace que me sienta mal y que tú te sientas
mal. Yo,
porque pienso que no haces caso y haces lo mejor que te parece; y
porque a veces te sientas un mentiroso conmigo. Perdóname si no me
acerco a ti tanto como quisieras... a veces simplemente no existo ni
para mi misma... sé que es un error, pero trataré de remediarlo
progresivamente.... Quiero
que entiendas que si no te adulo es porque eso te impediría crecer
como persona adulta y madura. Y si no te exijo sólo lo fácil, es porque
lo fácil no sirve. Recuerda estas palabras.... no te digo que las
sigas al pie de la letra.... simplemente piénsalas un poco. Estoy
segura que tú tampoco estás conforme con la relación que llevamos...
deben haber mil cosas que no te agradan... pero podemos arreglarlas
dialogando... si deseas también me puedes escribir... y no tengas miedo
de acercarte a mi cuando me necesites...
Te
propongo algo: voy a tratar de ser más humana, espero que con esto me
juzgues menos hijo, quisiera que no te molestes con lo que digo. Es lo
que llevo aquí dentro y me hace daño. Yo te quiero mucho y quisiera ser
tu amiga, tu mamá.
Me
despido solo haciéndote recordar dos cosas: aunque no lo diga, TE AMO
MUCHISIMO, recuerda que no existe escuela para padres, la vida es
nuestra escuela con aciertos y desaciertos.
Todo mi Amor para vos mi Bebe, perdón Hijo. Disculpame otra vez, me olvide que creciste....
Mamá
Por eso, todos nosotros los del blog te damos las ¡MIL GRACIAS MAMÁ!.
Federico Antonio Mustapic
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