Un paisaje cargado de pureza y sinceridad.

Muchas cosas en este blog hemos compartido, pero muy pocas donde uno se puede encontrar con un aire tan puro cargado de tanta libertad.
Hemos intercambiado como vecinos muchas cosas pero esta vez estoy ayudando a un vecino que me pidió un favor.
Creo que realmente debe ser un placer para mis vecinos, repartidos por toda la faz de la tierra, recibir estas experiencias, con su entorno, paisaje, cargado de pureza y sinceridad.
Espero que disfruten otro capítulo de Bahía de los Renos.

Capítulo II Conociendo el entorno.

Pasaron una horas y allí me dí cuenta que me quedé solo, entre a la cabaña, eche un poco de leña a la salamandra, me preparé unos mates, puse la radio y luego salí hacer mi tarea.
Tenía varias cosas para hacer y no aburrirme. Arreglar el cerco del jardín, regar el vivero, cortar leña.
Por la tarde solía caminar con mis perros por la costa, generalmente hacia el límite con Chile, en mis caminatas descubrí varias bahías, con playas, algunas de ellas de arena, otras de piedras chiquitas redondeadas o bien ovaladas de tonos rojizos. También encontré en mis paseos, playas con composiciones rocosas como las de Ushuaia.
Para Gorgo y Topo era un placer salir conmigo para hacer de sus travesuras persiguiendo a todo animal que veían, castores, guanacos y a los gansos salvajes.
Bahía de los renos está a unos 20 Km. del límite con Chile.
De los 120 Km. que tiene de largo el Fagnano 100 le corresponden a nuestro país la República Argentina, el ancho de este lago en promedio es de unos 10 Km.
En mi opinión este lago es más hermoso que la majestuosa Bahía Lapataia.
Recorriendo los parajes en cada rincón de este confín me encuentro con un bosque poblado de grandes cohíues, lengas y muy pocos ñires.
Es típico ver que en pleno invierno hay un solo árbol lleno de hojas siempreverde, son
los cohíues los cuales llegan a la altura de 50 metros o más, es un árbol hermoso que no pierde sus hojas, como sí lo hace la lenga, cuando se acerca el invierno.
También es precioso ver como las lengas a medida que se acerca el otoño van cambiando de color en forma permanente virando sus tonos desde un ocre hacia los tonos del amarillo para indicarnos que sus hojas, luego caerán.
Al otro día salía a conocer como marchando hacia abajo para el lado de la cordillera del lado de Ushuaia.
A cien metros de los Renos, allí se desprende un río el cual penetra en el bosque, el cual pasa por un lugar panorámico, donde antiguamente había una hostería que se quemó en el mismo día de su inauguración, a causa de un falla del tiraje de la chimenea. En ese bello lugar solo quedó la gran chimenea de piedra, como atalaya.
La naturaleza prodiga a pesar del desastre ecológico se recuperó, ya se puede observar cientos de pequeños árboles de cohíues y ñires los cuales crecieron gracias a Dios. En ese preciso lugar el río se divide dejando un gran islote para luego unirse formando una gran laguna de unos 10 Km. de largo y 5 o 6 Km. de ancho, la cual llega hasta la parte de atrás de Bahía Torito, donde se encuentra emplazado un complejo turístico para pescadores.
Que hermoso ver como una laguna de semejantes proporciones se congela en forma integra, para formar la más grande pista de patinaje de Tierra del Fuego. Jajaja, me causa gracia ver como se gasta una fortuna para imitar la que la naturaleza nos regala cada invierno en Bahía de los Renos.
Bueno después de ver este paraje, me gustó el lugar y ya comencé a venir cada 30 o 40 días.
Daniel Robledo & Federico Antonio Mustapic