Ushuaia una ciudad no preparada para los vecinos que necesitan veredas...
Ushuaia es una ciudad donde el niño, el anciano, el minusválido es el último orejón del tarro
A pesar de las avances en algunas veredas ya realizadas y de otras que se encuentran en pleno curso de construcción, Ushuaia continúa presentando veredas en mal estado, lo cual perturba el normal desplazamiento de los transeúntes o nuestros vecinos de capacidades diferentes además de perjudicar la calidad del ambiente urbano.
Se han hecho rampas para discapacitados en las esquinas, no todas y esto es muy serio porque se demuestra un mensaje no claro a la comunidad en cuanto al respeto por todos nuestros semejantes.
Se llevan adelante programas de arreglo de las veredas de las escuelas y diferentes ambitos como espacios verdes. Pero este arranque de la obra pública es todavía limitado.
Las veredas destrozadas en toda nuestra ciudad, no sólo cuentan con roturas, tambien presenta una abundante cantidad de veredas desparejas y de baldosas, baldosones, contrapisos, flojas, quebrados, desarticulados, con pozos, que dificultan la circulación.
Las empresas subcontratistas de servicios o con otro tipo de convenio vinculante, suelen romper las veredas y perturbar el sendero sin proporcionar una correcta protección y señalización, y sin dejar espacio suficiente para el tránsito de personas con bastones , movilidad reducida, sillas de rueda o cochecitos.
En España existen ordenanzas que prohíben este tipo de trabajos en época turística.
La lesión a la calidad del espacio urbano es también estética y las veredas destruidas parecen señal de abandono. Las veredas mal reconstruidas o arregladas con materiales incompatibles con los originarios y el estilo edilicio, causan daños arquitectónicos y hacen pensar en una tarea concretada con cierta dejadez.
Existen momentos que en vísperas de las elecciones usted va a ver obras, lástima que solo es o va a ser para el momento preelectoral...
El Municipio de la Ciudad y el Gobierno se hallan invirtiendo importantes fondos en la reparación de las aceras. Ese esfuerzo debe completarse con un estricto control de la calidad de los trabajos y de los materiales empleados a fin de conseguirse un resultado óptimo, proporcional al esfuerzo realizado por los contribuyentes que abonan sus impuestos.
Y para no estar en la permanente obra pública con la consabida ridiculez de reparar lo que ya fue en su momento hecho ¿correctamente?.
También es importante que las obras que se realicen no se demoren indefinidamente, a fin de que ellas causen la menor cantidad posible de trastornos sobre la población.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario