Volemos Alto. No tengamos Miedo.
Reflexionemos más allá de lo optimista. Las crisis tienen su lado de excelencia a saber: franqueado el primer momento de inmovilización y modorra, consiguió colocarnos en guardia contra los virulentos políticos, incitandonos a la creatividad, avivando el ingenio innato que todos tenemos, despertando las ganas de hacer cosas nuevas. Pero es imperioso que ese empuje no disminuya, que sigamos el ejemplo de los que hicieron patria, abandonando la comodidad, su estado inercial o de pereza para animarse a cambiar lo imposible, a buscar otras alternativas viables. Recuerde un sabio dicho: El mal que yo temía ese me sobrevino, NO TEMA, EL MIEDO PARALIZA. El problema es no encontrar la solución y sentirse víctima de las circunstancias.
Además si preocupándose soluciona los problemas de la vida preocúpese, pero si no lo soluciona, ¿PARA QUE PREOCUPARSE, VERDAD?
¡Subió la carne, subió la fruta, aumentaron los impuestos, no hay trabajo!
Hay cosas que están mal y es necesario mostrarlas sin acomodos, decirlas crudamente, porque tampoco es cuestión de vivir en la mentira. En los hospitales ya ni quedan insumos, al IPAUS no le pagan, el MEGAPASE fue la panacea de un exgobernador, mañana lo padeceremos.
Pero existe la solución y es que mientras los del poder inventan cosas que a todos nos perjudican , nosotros los que vivimos en la ARGENTINA, TRABAJAMOS Y CREAMOS NUEVAS IDEAS...
MIENTRAS tenemos a la salud en conflictos permanentes, existen médicos y enfermeras que hacen milagros con nada, porque están comprometidos con la salud de los inocentes de este estado inmoral, cargado de anomia, y de eso nadie se acuerda. Nuestro pueblo sobrelleva el hambre, pero hay gente solidaria trabajando para los que tienen hambre; hay ladrones y corruptos, pero hay gente dispuesta a sacrificarse por los demás. Busquemos a esos auténticos protagonistas del cambio , casualmente no son los que están en el poder , generalmente están ocultos y tienen un muy bajo perfil, son los que luchan, los que curan, los que ayudan, publiquemos sus caras, contagiémonos de su magnificencia. Démosle espacio a los buenos ejemplos, y tendremos una herramienta más para educar a nuestros hijos en la sabiduría del amor, el trabajo, la justicia y la solidaridad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario