NUESTRO ENFOQUE Y PENSAMIENTO SIEMPRE DEBE SER OPTIMISTA POSITIVO

La historia de la humanidad está cargada de hechos que hoy día al común de los seres mortales le sorprendería.

Podemos hablar de los sacrificios de niños en los diversos pueblos originarios de las Américas, podemos extendernos a las culturas del Asia Menor, para encontrar relatos desgarradores sobre los padecimientos y la intercesión de las madres con el propósito de evitar la masacre de sus bebés, los cuales eran inmolados para alcanzar el favor de los dioses.
Pasaron los años y llegando al presente nos encontramos con suicidios en masa por desconocimiento o pánico por creer de no poder soportar la prueba.
Fueron muy conocidos los innumerables suicidios que produjo el paso del cometa Haley por el planeta Tierra por efectos y como consecuencia de la ignorancia de la humanidad ante dicho evento. Más tarde se encontró que dicho cuerpo celeste tenía un período regular de aproximación a nuestro planeta azul de 75 años.
La falta del conocimiento del hombre o la mujer, sumado a la histeria colectiva, cebada por los medios para lograr un incremento en el raiting o venta de diarios y revistas en tiempos históricos conseguía generar un pánico generalizado, sin una

lógica coherente con  el rigor científico necesario para aseverar lo escrito, pensado o informado.
Podríamos extendernos innecesariamente sobre lo comentado anteriormente para descubrir el fondo o argumento del porque sobre muchas crisis mundiales en diversos rubros.
Han existido crisis espirituales, sentimentales, financieras, etc., en todos los tiempos y han pasados los años y todos nos preguntamos las razones del porque de las mismas. Es ésta la razón por la cual nos volvemos adictos a la consulta, sea médica por las enfermedades psicosomáticas que se nos manifestaron, puede que visitemos a un psicólogo para que nos acomode los patitos en fila, a recurramos al contador o economista de confianza para que nos ayude a invertir bien , lo concreto es que nadie a ciencia cierta conoce la respuesta a nuestra incertidumbre popularizada.
Son nuestros hábitos los cuales indican que nos hemos materializado y por ende hemos perdido el contacto con nuestro armamento milenario de defensa, el cual tenemos para sobrevivir.

Es nuestro conciente primitivo que nos invita a buscar la fuerza interior en una plegaria. El ser humano no desciende del mono, ha sido insertado en este mundo con un propósito, en el lugar que estamos, y en el tiempo actual, aunque nuestro entorno se ha vuelto hostil por la puja del poder, debemos recordar que nuestra existencia actual tiene un propósito, no debemos distraer nuestras fuerzas en lo que no construye o destruye nuestro entorno.
Nuestro enfoque debe ser positivo, de construcción, prosperidad y bienestar. Para lograr dicho objetivo es primordial despojarse de todo peso que nos asedia, evitar las quejas sería un buen remedio. Criticar por criticar no sirve, es preferible observar el problema y proponer una solución. No anhelemos o soñemos en el presente, disfrutemos el presente pero planifiquemos como si viviéramos toda una eternidad, soñando intensamente un futuro promisorio lleno de dicha y felicidad. Hagamos de la actividad física nuestro mejor aliado, pero más aún que nuestro ejercicio mental este siempre proyectado, enfocado a estar y sentirnos bien siempre.
Mustapic Federico Antonio