NUESTRA ELECCIÓN MARCA NUESTRO DESTINO
Algunas veces filosofando nos preguntamos: ¿que es la política?. Y realmente no sabemos que contestar, algunos dicen que es el arte de decir una mentira creíble. Otros es el negocio de unos pocos para enriquecer al círculo intimo en desmedro de la mayoría. Los más osados ya disparan definiciones del sistema, que buscan identificar a la misma, como la herramienta para ayudar o levantar a un pueblo de su estado de postración. Realmente hay miles de definiciones sobre la misma.
Personalmente prefiero dar un ejemplo que pueda iluminarnos, para darnos cuenta de un forma más simple, con referencia a lo que realmente es la política.
Hace un par de días en una oficina de la administración pública un compañero de trabajo me dio un modelo, que realmente me dio un idea para desarrollar la definición desde otro punto de vista y para explicarles a todos, lo que para mí es la política, y ojalá le sirva a todos los lectores de este blog vecinal. Tal vez el concepto sea muy simple y rompa con algunos modelos
En primer lugar debemos recordar que el estado somos todos y que el gobierno es un conjunto de vecinos, que lleva adelante ciertas practicas, ejecuciones o conductas, para alcanzar un objetivo, supuestamente para el bien común.
Personalmente para comprender el concepto de lo que es la política prefiero asimilarla, compararla a un vehículo, coche, cualquier transporte que nos pueda trasladar de aquí para allá.
O sea que el transporte es el estado, sobre el cual nos trasladamos hacia un destino, en el cual su conductor es el gobierno, el encargado de mantenerlo, revisarlo, observar diferentes luces testigo o parámetros para lograr que los habitantes lleguen a su destino.
Claro que en el trayecto aparecerán dificultades, por cuanto el conductor puede que nos lleve por rutas escabrosas, peligrosas, argumentando bienestar al final del camino.
Es probable que transitemos por un desierto, por tal razón el gobernante debería verificar la existencia de bidones llenos de agua, con el propósito de tener algunas reservas para soportar la travesía por el mismo. Puede que otro diga si voy por un desierto, para que quiero un parabrisas, es más, si al habitáculo del bus se lo extraigo, puedo refrescarlo y le hago un favor vendiéndolo
Si el viaje es largo el dirigente debería certificar que tenga el tanque de combustible en condiciones, lleno y con recursos económicos para soportar la extensa travesía.
Pero existen otros gobernantes que al estado, le quitan más elementos con propósitos egoístas, generando enriquecimientos ilícitos. Poco a poco lo van depredando, saqueándolo. Un día le falta el espejo retrovisor, en otro momento no le agregan el líquido para frenos, le hurtan la goma de auxilio, con el correr de los días, semanas meses y años lo venden de a pedazos, para que el día de mañana, otro par descubra, que ya no posee lo necesario para transportar al país a su destino final de grandeza.
De la misma forma sucede con nuestras vidas paulatinamente nos desprendemos de todo aquello que representa un estorbo sin darnos cuenta que el día menos pensado lo necesitaremos. No digo que debamos ser unos recolectores de cacharros o recuerdos, pero sí debemos comprender que la vida está llena de lecciones, las cuales pueden ser útiles para lograr nuestro objetivo final de éxito.
No todo es un maleficio, seguramente lo acontecido en nuestro pasado es un adiestramiento, el cual nos prepara para un futuro promisorio.
Debemos hacer una revisión periódica del estado de nuestro cuerpo, tomar nuestro descanso, no mezquinarle recuerdos constructivos, mimarlo con una vacaciones en medio de una naturaleza paradisíaca, debemos sanarlo, perdonarlo, repararlo si corresponde, pero fundamentalmente tratarlo con ternura, porque en definitiva nos transporta a una nueva conquista de nuestro bienestar .
Mustapic Federico Antonio
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