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domingo, 3 de noviembre de 2013

CUANDO NO HAY RESPUESTA Y RAZÓN POR EL FRACASO DE UNA NACIÓN, EN LA MEMORIA DEL PUEBLO ESTÁ LA SOLUCIÓN

Hace tiempo que leí por allí una par de pensamiento sobre una historia muy antigua de un pueblo que perdió la razón de su existencia y por tal razón fue perseguido por un imperio poderoso.

No era una frase bien hilvanada, con una estructura gramatical perfecta, muy por el contrario. Pero quedó registrada en las memorias de una nación. Era el resumen del porque fue perseguida y las circunstancias en las cuales vivían los pobres de aquel entonces.
Estoy seguro que en nada ha cambiado para muchas naciones esta realidad que compartimos. Aclaramos que la hemos actualizado al tiempo presente. Entonces cuando en nuestra vida, hogar, trabajo , gobierno, estado o nación, algo no anda bien y cada vez más y más nos parecemos al caminar de un cangrejo, creo que hay una respuesta , y está en lo que compartimos a partir del siguiente párrafo.
Tengamos temor de Dios, quien es el que da la lluvia temprana y tardía en su justo tiempo. Él guarda los tiempos establecidos para cosechar.
Nuestra conducta corrupta y corrompida por las costumbre de nuestros gobernantes, han estorbado nuestro bienestar, y nuestros errores, como mal comportamiento apartaron de nosotros nuestro bienestar general.
Nos acostumbramos al mal comportamiento y justificamos el proceder de los corruptos de nuestro pueblo. Cual enfermedad pestilencial a nuestra nación contaminó. De tal modo que todo lo que la justicia o autoridad tocaban, enfermaba a nuestro pueblo. Buscamos las razones de nuestra maldición, en potencias extranjeras, sin darnos cuenta que nosotros éramos la razón de esta peste.
Hasta los gobernantes nos hacían trampas con sus leyes y como chorlitos caíamos en sus fullerías.
Nuestra sociedad había llegado al colmo de la maldad, todo estaba lleno de engaño y los que más prosperaban eran los que cogobernaban con los corruptos; así se hicieron todos los embusteros más grandes y ricos.
En sus banquetes, ceremonias entrelazaban sus acuerdos a espaldas del pueblo. Los que participan de estas fiestas de gala eran reconocidos como eminencias o gestores en planes económicos, impulsados por leyes que llevaron a la ruina a nuestra país. Eran incomparables.
Su maldad sobrepasó toda expectativa; y como si fuera poco en las cortes o estrados a los humildes, pobres o desesperados le tejían la trama para su ruina, porque confabulaban en contra de aquellos que sostenían la corrupción con el pago de sus impuestos. Por tal razón prosperaban, porque entre ellos se protegían y cuidaban a aquellos que eran parte de su clan. Para mantener semejante “status quo” en nuestra estado era necesario mantener a los pobres subyugados, no educándolos, dándoles migajas y por encima de todas las cosas, cuando la nación reclamaba justicia era necesario eliminar a los revoltosos o sediciosos del nuevo orden.
Por tal razón no se juzgaba a nadie, se lo ejecutaba sin juicio previo y si el mismo prosperaba, nuestra suprema corte se encargaba de reencausar la causa a un nivel tal, que el pobre no tenía recursos para llegar a ver el final o la solución de su problema.
Recuerda nuestra nación que en medio de un cataclismo, irrumpió en escena un poder sobrenatural y dijo una voz en forma pasmosa, terrorífica como si proviniera de una bocina gigantesca:  ¿No castigaré esto?; ¿y de tal gente no se vengará mi alma?
Cosa espantosa y nauseabunda han hecho sobre mi creación, por tal razón ejecutaré mi juicio. Cada juez injusto pagará por su injusticia. Cada gobernante corrupto atraerá maldición sobre todas sus generaciones y su vida. Nada ilícito será sin castigo.
Pero a los que clamaron ante mi, SU DIOS, yo los restauraré y bendeciré de tal forma, que a ustedes los que sufrieron sin razón, todos les tendrán miedo, por causa del bien que les haré..
Dejo una advertencia: Los que tocan a mi pueblo tocan la niña de mis ojos, por tal razón no serán sin culpa. Y mi juicio se derramará sobre los mismos.
Mustapic Federico Antonio

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