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sábado, 28 de noviembre de 2009

Así somos los Argentinos y a la Argentina la seguimos pariendo...

Muy pocos se acuerdan de lo que fue la crisis de los 80 para la República Argentina y valga este pequeño aporte para aquellos que quieren hoy día regalar lo que hace años negaron. En este pequeño adelanto de nuestra historia política, les presento el "Plan Austral".

Podemos explicar muchas cosas del porqué se llegó a semejante estado caótico, pero una sola es la respuesta: "jamás hemos tenido ministros de economía que trabajen y hagan lo mejor para que nuestro país se levante, ni que hablar del aumento de las dietas de los señores de las diferentes Cámaras a meses de sufrir el abroche del plan austral, allí se produjo la nueva hecatombe y descalabro del plan austral".

Nadie pensaba en una derrota oficial en el Senado, en aquel entonces pocos creían en una salida victoriosa para el Gobierno de Raúl Alfonsín.

Muy pocos dirigentes le han puesto el pecho como el en aquel entonces presidente de lujo Raúl Alfonsín a las dificultades impuestas, por un descalabro económico como institucional, fue sin lugar a dudas uno de los pocos presidentes argentinos que más dificultades afrontó en la etapa de su gobierno.

No tenía mayoría en el senado muy por el contrario lo acompañaba una minoría en el Senado, además enfrentó de entrada un posible complot militar-sindical, el líder de la Unión Cívica Radical no tuvo otra alternativa que enfrentarse con el movimiento gremial, a la semana de haber asumido en diciembre de 1983.

En aquel existía un ruido de fondo sobre chivatazos de complicidades, y queriendo vincular al gremialismo peronista con el autoritarismo militar, el presidente remitió a la Camara Baja un proyecto de ley que despertó desde el primer minuto oposición por ser agresivo en su concepción

Recién salía del capullo la nueva polilla de la democracia, porque está en su casa y poco a poco hasta la ropa le va comiendo y como tal sus alas eran muy débiles, necesitaba fortalecerse y por cierto corría el riesgo de ser nuevamente hostigada por los históricos complots entre militares y civiles de todos los colores y banderías políticas.

El campo de batalla ideológico ya estaba montado y no contando con todo el armamento imaginativo necesario, como tampoco con la alineación verticalista que hoy día se ve en el gobierno en todos los escaños de la política – sindical, amén del factor K-K. Alfonsín tenía un desafío tan mayúsculo que lo de hoy es un cuento de niños, aunque se anteponga la crisis internacional como excusa, para hacer con el poder lo que se le da la gana.

Hoy no hay marchas y huelgas generalizadas como en aquel entonces contra el gobierno elegido por el pueblo de la Nación Argentina. 1983 fue un escenario totalmente diferente al actual 2009. A duras penas unos piquetes en las rutas por la disconformidad del campo, pero nadie le paró el país como lo hicieron los sindico-político-opositores del gobierno, está claro que, las minorías aún no están representadas en los sindicatos.

Se trató en aquel entonces introducir dentro de los sindicatos la inclusión y representación de las minorías las cuales no estaban incorporadas, al cuadro del gremialismo fuerte del líder de aquel entonces de la Confederación General del Trabajo (CGT), Saúl Ubaldini, algo muy semejante a lo que hoy día vemos en las diferentes Cámaras, con los conflictos y necesidades del campo.

La solución fue la presentación ante la Cámara Baja de : "Ley de Reordenamiento Sindical" que luego se conoció, haciendo referencia al Ministro de Trabajo, como la "Ley Mucci", fue un durísimo golpe al sindicalismo más tradicional de la Argentina, lo que representaba además un desafío abierto a la conducción gremialista. Se salvaron con la Camara Alta, porque tenían mayoría de la oposición de aquel entonces léase, Justicialismo.

Esa ley fue un ataque frontal contra el "movimiento obrero", disparador para la principal razón de la reunificación de la CGT que se institucionalizó a partir de una reunión del 25 de enero de 1984. La CGT unificada convocó a una concentración pública para el 10 de febrero contra el proyecto de ley.

Razones de lucha:

La ley Mucci apuntaba a introducir dentro de la estructura sindical la representación de las minorías, al tiempo que permitía separar los fondos de las obras sociales de los fondos sindicales específicos, lo cual quitaba un enorme poder político y económico a los sindicalistas, que manejaban sumas importantísimas de dinero.
La mayoría de las estructuras sindicales decidían, y aún lo hacen sus conducciones en "acuerdos de cúpula". Es así como llegaron a sus cargos la mayoría de los dirigentes sindicales y la forma del cómo, se perpetúan por décadas, sin permitir la renovación.

Pero llegó el "cimbronazo" institucional para el gobierno nacional, este se produjo entre el 10 y el 11 de febrero de 1984, cuando se creyó la caída de la apenas estrenada presidencia, la cual cumplía su primer año de gestión


La ley a la cual nos referímos renglones arriba se perdió por un voto de una tradicional familia provincial que en su momento tenía una representación de peso político: los Sapag. Fue Elías Sapag quien sabía que ponía en riesgo la gobernabilidad e institucionalidad de la Argentina.

Luego de esta derrota en la Camara Alta empezó el padecimiento para el flamante gobierno en manos de la corriente ortodoxa y dura de los gremialistas. Una sucesión de paros generales, tuvieron en vilo las finanzas e hicieron casi colapsar la administración del gobierno central, el barco estaba a la derriba y en medio de una tormenta casi perfecta.

Algunos analistas creen que la misma situación podría vivirse en la actualidad, como consecuencia de sueldos depreciados en el orden del 50 y si a esto le sumamos la permanente gimnasia de los aumentos, tanto impositivos como de servicios con un retoque a ciertos productos de la canasta familiar, desmentido por un INDEC, mentiroso y con el explosivo-excesivo aumento del gasto público, la crisis está a las puertas, más rápido de lo que imaginamos.

Si a esto le sumamos que nadie se quiere bajar del caballo de sus pretensiones en las dietas, sueldos que ciertos puestos políticos se siguen incrementado, es probable que suceda la réplica del plan económico de Tierra del Fuego. El cual por una pésima administración como decisión económica, del primer gobierno fueguino en las manos de Estabillo (MPF) llevó a la cuasi quiebra de un estado provincial, por despilfarro de los fondos coparticipables. Aún hoy día tiene en relación a cantidad de habitantes y fondos frescos remitidos por nación, la mejor chance para salir del atolladero, bajo un sinceramiento entre el caudal humano necesario para cada oficina pública además de la adecuación de los sueldos a la realidad económica partiendo desde la élite política.

Pero obviamente siempre aparecen los nefastos planes de gobernadores como Colazo, que puso a media Tierra del Fuego a trabajar en gobierno, que fue lo único bueno en ese momento generado para perpetuarse en el poder. Otro que hizo de las suyas fue Manfredotti, cuando redujo el sueldo al empleado público con disminución de la carga horaria, porque los números no les cerraban para sus negociados obviamente.

Todo responde a sistemáticos golpes de timón periódicos, complots de sindicatos, opositores, falta de experiencia en la pulseada política como guarismos económicos que provocaban pánico, este era como es el panorama de la actual o pasada realidad que afrontan nuestros gobernantes o presidentes de aquel entonces como los de la actualidad.

Alfonsín era versado como pocos en el práctica de la política, supo revertir su presente y lograró un valiosísimo triunfo político apenas un año después, del cual salió consolidado.

No sólo soportó la embestida sindical y peronista debió soportar el radicalismo en el poder: los números de la economía no encontraban consuelo en ninguna de las medidas implementadas por el por entonces ministro de Economía Bernardo Grinspun.

Como si fuera poco en aquel período, no se informaba ni se tenía en cuenta ciertos parámetros como hoy día se están midiendo, para sobar el lomo de cualquier dirigente al cual se lo quiera catapultar o refundir a la arena de la política. En pocas palabras no existía la Ingeniería Social, o el rating del día de hoy, en cuanto a mediciones del discurso o la imágen del funcionario político a analizar.

En ese entonces la Argentina estaba en la peor crisis institucional como económica la alta inflación devoraba al gobierno y su entorno, ni que hablar de la clase obrera, con tasas anuales que a nivel de precios al consumidor se disparaban por encima del 500% a fines de 1983, el gobierno entrante debería hacerle frente a la situción reinante, y pagar los platos rotos de la fiesta militar y su nefasto plan económico que parlizo y destruyó al PBI Argentino, demasiado duró el gobierno militar, la economía se encontraba quebrantada, desmantelada y al borde de la cesación de pagos.

Esa fue la razón necesaria y suficiente para buscar el esclarecimiento de las abultadas cuentas públicas negativas, se debía urgentemente actuar antes de llegar al desastre económico, lo que implicaba nuevamente dar créditos baratos, acompañados estos por un acomodamiento de los ingresos del pueblo trabajador, motor de la economía Argentina. No había tiempo, familias enteras se morían de hambre por lo cual se instrumento la caja PAN,Plan Alimentario Nacional, se realizaron medidas ligadas a la producción como a las exportaciones, en un contexto de precios administrados por la Secretaría de Comercio.

En ese momento las empresas debían presentar documentaciones para justificar la variación de los precios en función de los costos de sus productos, para poder obtener, con aplazamientos de por medio, autorizaciones de ajustes de los precios al público.

En ese marco, se produce el primer cambio de ministro de Economía, con la llegada de Juan Vital Sourroille en 1985, que en pocos meses elabora un nuevo plan de estabilización, el cual traía varias novedades: el cambio del signo monetario, de pesos moneda nacional a austral, con una conversión de 1.000 pesos argentinos por 1 austral, una paridad cambiaria equivalente a 1 austral por cada 1,25% dólar y la creación de una tabla de desagio, destinada a descontar de los documentos y operaciones a plazos la tasa de inflación esperada en función del ritmo que mantenían los aumentos de precios al consumidor.

Lo arriba comentado, con referencia al ministro de economía Grinspun fue advertido por muchos hechizeros de la bola de Cristal, obviamente adoctrinados por los Chicago boys, Cambridge, Harvard, Yale, el plan estaba destinado al fracaso, al punto que la inflación se aceleró en el primer año a 668% y el déficit fiscal, sin Banco Central, se mantenía arriba de 5% del PBI. Pero también lo fue para el plan Austral el cual fue generado por la banda que hacen resetas para llevar al fracaso a todas las economías del planeta y beneficiar a los capitales especulativos como golondrinas de siempre.

Hablemos del Plan Austral:

Se efectuó una deflación, como ejemplo, quien esperaba cobrar un plazo fijo con una tasa de 40 % mensual, por ajuste de la tablita de desagio sólo percibió 6%. Así también una cuenta a cobrar con factura de por medio a los 30 días, también sufría la misma rebaja.

No obstante el "Plan Austral" sirvió momentáneamente para el gobierno, convirtiéndose en un paliativo de la economía, con un aumento del comercio exterior, sumando reservas al Banco Central, repunte de la recaudación tributaria y disminución del rojo fiscal.

Podemos decir que a 26 años de ese tiempo, lejos de complots como se nos hace creer, de rumores de golpe de estado, de un debilitamiento de la economía como la de aquel entonces. Se puede pronosticar una salida a la crisis mucho más simple de lo que muchos creen, pero subyugando al campo y mintiendo a la Nación con el INDEC se hace cada vez más difícil y cuesta arriba.

Si el país se despierta en las elecciones, los argumentos esgrimidos por un poder corrompido, se le va a volver en contra como en Catamarca.

Aunque ya empezamos a vislumbrar la no tal independencia del fondo monetario internacional (F.M.I), que vuelve a la carga para chuparnos las últimas gotas de sangre, es que la opulencia de alguna manera hay que mantenerla en la política y obviamente como no va ser si no por medio de la únicas armas que se conocen, vendiendo a la patria por coimas que datan desde la época de la colonia. ¿Recuerdan el Empréstito con Inglaterra?.









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