Estuvieron advertidos pero, una vez más el hombre cometió el error... SHOA

Sistemas o aparatos de alarma, sistemas de prevención, sistemas de alerta temprana, el ser humano estado rodeado de sistemas y tiene sus propios sistemas.
Aún el cuerpo de nosotros es un conjunto de sistemas, como un ejemplo podemos hablar del sistema nervioso, sistema o aparato digestivo, …endocrino,… circulatorio, …
Cada uno tiene su razón de ser y cumple con su función.
Pero con saber, conocer, comprender o entenderlo no alcanza, tienen que funcionar. Lo sucedido en los últimos terremotos, no es porque sí, personalmente creo que es una advertencia.
Muchos hechos de la historia mundial en cuanto a cataclismos han tenido su dosis de amonestación, pero lamentablemente el hombre pertenece a una clase de ser especial, es el único que cae dos veces en la misma trampa a pesar de los consejos. El haber sufrido algún traspié o ciertos hechos muy semejantes en determinadas situaciones, es como que no alcanza para aprender la lección número 20 del misma ocurrencia.
Todos los que medianamente conocen el pensamiento de las masas, saben perfectamente que existe un momento en un evento de grandes proporciones, llámese maremoto o terremoto, al cual se lo denomina punto anárquico, ese instante de desorden es el aprovechado por las hordas, para desvalijar a la sociedad bien conformada, para arremeter contra un sistema perfectamente ordenado, disciplinado. La cuestión es soportar el primer embate, organizarse y recuperar lo perdido.
Este proceso es muy común verlo en la lucha de un enjambre de abejas, contra los avispones, los cuales en su instinto voraz para robar la miel no miden, ni les importa las consecuencias de su accionar sobre la colmena. Tampoco les preocupa de quien produce la miel, que es su sustento.
El proceso que hemos visto en ambos terremotos tanto el de Haití, como el de Chile en lo personal a muchos vecinos, les ha sido muy útil para aprender que en toda sociedad existen pseudolíderes, invasores, desalmados que aprovechan el estado de confusión para sacar su ventaja.
Es así que en innumerables escenas se ha visto individuos de ambos sexos literalmente hurtar, tomar lo ajeno para su propio provecho, poniendo la perfecta excusa: “Es por necesidad” no importando el sacrificio, dolor, angustia del otro vecino. ¡La necesidad! se transformo en lavavajillas, vinos, licores, zapatos, drogas, remedios de la farmacias, han sido innumerables los hechos de vandalismo.
Pero el pueblo se armó de paciencia y con un espíritu de unidad comenzaron a cuidar lo de cada vecino, cada vecino cuidaba lo suyo como de su prójimo, eso es símbolo de madurez, de fraternidad pero por encima de todo, moral.
En ambos hechos luctuosos hemos visto con dolor a la bajeza que puede llegar el ser humano, hasta pegar y robar a aquel que buscó su sustento. Por un instante parecía la lucha entre leones que trataban de quedarse cada uno con la presa cazada, por la manada de leones.
Pero mucho más a nosotros los vecinos nos preocupo los dichos de un hermano chileno cuando hablaba de la falla del sistema de alerta temprana, recibieron la información a tiempo, se avisó con antelación al maremoto, pero nadie hizo correr la voz en tiempo y forma. Las consecuencias fueron peor de lo esperado, mucho no tuvieron tiempo de salir de sus casas los tomó por sorpresa.
Es allí donde viene nuestra reflexión: ¿para que sirve un sistema si su eficiencia depende de un ser con tantos defectos, como el humano? Respuesta: para nada.
Son incontables los casos donde somos advertidos, amonestados a cambiar nuestra conducta por nuestro bien. El sistema de alerta temprana nos advirtió, pero no escuchamos su advertencia y así nos fue.
Es tiempo de despertarnos de nuestra modorra. Empecemos a reveer nuestra conducta, ajustar nuestros sistemas.
No nos descuidemos, porque es posible que el próximo Tsunami, sea el moral y contra ese ya no hay esperanza, a menos que Dios haga un Milagro.