Solo la Solidaridad salvará al mundo, frente a las futuras crisis que sobrevendrán

La luz que hoy día utilizamos para iluminar la oscuridad ha sido el resultado de la acumulación de un sin número de ideas, de un conjunto de vecinos que con sus experiencias, ocurrencias circunstanciales, o hechos fortuitos hicieron posible, la creación de la misma.
Lo interesante es que antes de poder alimentar una lámpara tuvo que existir alguien que inventara la pila y es así que aparece en escena un tal Galvani y después alguien llamado Volta.
Como se darán cuenta fue una serie de hechos como de personas las cuales hicieron posible el génesis de lo que hoy observamos.
La oscuridad se desvanece por causa de la suma de ideas geniales, producto de la inventiva, genialidad o producto de la circunstancia.
Pero en concreto, fue la unión de voluntades que hizo posible este milagro físico, el cual hoy disfrutamos.
Cada uno aportó lo suyo.
Luego de meditar en este hecho me puse analizar la Muralla China, una interesante sumatoria del trabajo colectivo, cada uno pegando, acarreando, acomodando ladrillos uno sobre otro, plasmó en definitiva una obra, la del ser humano, visible ésta hoy día, desde la luna.
Si hablamos de los puentes como el Golden Gate de California, también resultado de la suma del cálculo de estructura, la adecuación del acero en bruto a cortes y remachado de estos pedazos de ingeniería, al rompecabezas o mecano que hoy vemos con nuestros ojos.
Todo ha sido el resultado de la unión de mentes brillantes, con el esfuerzo de la mano de obra del trabajador.
En pocas palabras las obras del ser humano son una demostración de lo que somos capaces de hacer, cuando trabajamos juntos en un proyecto.
Alguien imagina, otro calcula, otro dirige y otro construye, haciendo real algo que fue solo producto de la imaginación o el sueño de un vecino iluminado.
Todo esto nos indica como sociedad cual es nuestro Norte para mejorar, reconstruir lo destruido.
Tenemos que trabajar, siempre creyendo en un porvenir más promisorio. Adecuándonos, amoldándonos a las exigencias actuales. Es así como iremos mejorando nuestro bienestar, el cual produce un cada vez y más excelente entorno donde plasmar nuestras ideas.
Seguramente no nos será sencillo porque la comarca quiere mejorar pero las egoístas pretensiones de la marabunta financiera y foránea, en complicidad con la política corrupta, ambicionará destruir, nuestros bosques, nuestras cosechas, nuestro ganado, nuestro futuro.
Pero hay una respuesta para enfrentar a las plagas, mantenerse unidos, luchar codo a codo y hacer que la Justicia resplandezca en medio de un mundo que caóticamente se desmorona ante la vileza del egoísmo humano.
Debemos recuperar la originalidad de la solidaridad fraternal preguntándonos: Hermano, ¿en que te puedo ayudar?... seguramente tendremos una respuesta que nos dirá: “en nada, hoy estoy bien”,…pero que lindo es saber que hay alguien que se preocupa por nosotros, que nos quiere tender una mano de misericordia.
Federico Antonio Mustapic