Fue viernes en la noche cuando me reencontré con el pasado, nuestro pasado.
Era el viernes 2 de Abril, no participe en los eventos festivos, recordatorios.
Mis obligaciones me lo impedían pero decidí, visitar el monumento a
los caídos en las Malvinas alrededor de las 22:30 horas
Allí conocí uno de los tantos soldados más, vivo, pero los efectos de
la guerra aún no se le fueron.
Me confesó que sigue con tratamiento.
Hoy no es día de campaña politica. Hoy es día de nuestros Muchachos hoy es día de aquellos que se jugaron por la patria, es día de Respeto y Honor por aquellos que dieron su vida por amor a un ideal y porque creyeron que combatían para que su país tenga su Soberanía en todas partes.
Hoy respetamos y recordamos el día de la Guerra de las Malvinas el día que muchos Argentinos, Ex Combatientes, pagaron con su vida la locura de un Dictador. Por lo tanto no es día de hacer política , es día de llanto, es día de DOLOR, es un día Sagrado, es día de Sangre, es día de una Nueva Esperanza, es día de soñar : Las MALVINAS FUERON, SON Y SERÁN ARGENTINAS.
Luego recordé los monumentos a tantos soldados que hasta ese viernes yo desconocía, que hoy conozco.
La Tumba al soldado desconocido es el nombre que reciben los
monumentos erigidos por las naciones para honrar a los soldados que
murieron en tiempo de guerra sin haber podido ser identificados. A
veces es una tumba simbólica, o cenotafio, evocando a todos los
habitantes de un país que murieron en un determinado conflicto sin
identidad conocida, aunque algunos contienen los restos de soldados
fallecidos durante estos acontecimientos.
El primer memorial conocido es el monumento al Landsoldaten ("Soldado
de infantería") (1849), de la Primera guerra de Schleswig, en
Fredericia, Dinamarca. Otro antiguo memorial de esta clase es el
memorial del muerto desconocido de la Guerra civil de los Estados
Unidos de 1866.
Puerta de la India, en Delhi. Una llama, conocida como Amar Jawan
Jyoti ("la llama del soldado inmortal"), se mantiene encendida
permanentemente.
La tradición moderna de esta práctica la comenzó el Reino Unido
cuando, terminada la Primera Guerra Mundial, fue el primer país en
enterrar a un combatiente desconocido en nombre de todos los ejércitos
del Imperio británico, en la Abadía de Westminster en 1920, lo cual
llevó a otras naciones a seguir su ejemplo. Una de las tumbas más
famosas es la que se encuentra en Francia, bajo el Arco del Triunfo de
París, que fue instalada en 1921 para honrar a los muertos sin
identificar de la Primera Guerra Mundial. Estas tumbas se han
construido también para conmemorar a estos caídos anónimos en
posteriores guerras. Sin embargo, a pesar de que se han erigido
monumentos a finales del siglo XX (como en Iraq en 1982), es probable
que no contengan caídos en el futuro, pues mediante análisis del ADN
ya es posible identificar a las víctimas.
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