TODAVÍA PODEMOS... VER MILAGROS...

Al quedar en mi retina la imagen de este video, luego relacionarlo con su hogar, sus hijos que lo vitoreaban en el Congreso de la Nación Argentina, su esposa que lo ayudó, acompañó y lo sigue escoltando en esta su batalla, la de la vida. No puedo menos que recordar como sucedió todo y como estuvo al borde de la muerte, pero su entorno, sus enfermeras, amigos, médicos lo animaron a que luche y lucho para recuperar lo que un par de inadaptados sociales le habían hecho. No, no es el único caso, no me olvido de mi Amigo Jorge Beruti, exTaxista de la Asociación de Taxis de Ushuaia, al cual los incompatibles sociales, también le arrebataron de la misma forma su percepción de las cosas, su futuro, sus sueños, anhelos, no obstante todo su hogar lucha junto él para su recuperación completa como definitiva.
Ambos hechos tienen sus batallas del minuto a minuto, por día, o semanas, necesitan tiempo, para que su cuerpo o un milagro haga el resto.
Ver que asume un Diputado Nacional, el Diputado Rivas, víctima de la inseguridad que vive todo un país, es un mensaje, y no “una sensación” como diría Fernandez, (político muchas veces incongruente con sus declaraciones verborragicas, pero que con su estilo rimbombante, nos hace creer que el infierno es un Cielo), es un mensaje al alma, al espíritu, que nos dice: “estamos en crisis” pero hace años, no es una crisis económica lo que vive la Argentina, es una crisis de valores morales, lo cual repercute porque falta trabajo digno, para que el entorno no altere tu diario vivir.
Vagos ha existido siempre, pero que no hagamos nada para evitar el tener más desocupados, eso sí que ya es preocupante.
El país entero necesita a gritos una contención, ¡pero por favor!, una contención LABORAL, no tan de plan social, político-cautivo de 500$ + un vino+ un choripan, por voto o manifestación en la plaza.
Nuestros jóvenes necesitan trabajo para ocupar su mente en algo productivo y no destructivo, necesitan ocupar su tiempo, su mente, en relaciones interpersonales de un entorno laboral, no delictivo. Porque de no ser así no podremos impedir que afanen maten o mutilen a personas, por la idiotez del alcohol, droga o mala compañía que ande por allí.
Quisiera decir tantas cosas pero hoy diré: “Yo puedo seguir diciendo existen los milagros”.