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lunes, 25 de mayo de 2009

UN 25 DE MAYO EL PUEBLO HABLABA Y SE DEFINÍA: POR LA VERDAD O LA MENTIRA, LA DEPENDENCIA O INDEPENDENCIA...

UN 25 DE MAYO 1810 EL PUEBLO PLATICABA Y SE DEBATÍA, ENTRE LA VERDAD O LA MENTIRA, LA DEPENDENCIA O INDEPENDENCIA...HAN PASADO LOS AÑOS AÚN HOY DÍA SIGUEN SIENDO LAS MISMAS ALTERNATIVAS.

CON RESPECTO A ESTE TEMA, HACE UN TIEMPO COMPARTÍAMOS UNA CHARLA DE CAFÉ CON UN AMIGO Y RECORDÉ ESTOS PENSAMIENTOS QUE EN UNA OPORTUNIDAD ME TRANSMITIÓ Y LOS CUALES LES COMPARTO.


LAS PROPUESTAS CONCRETAS TIENEN NOMBRE Y APELLIDO

(SOLO PARA ENTENDIDOS)


No se trata de hacer declaraciones generales inconducentes, como por ejemplo: "necesitamos crear una gran provincia cuya identidad sea la pasión por la verdad" o "debemos estimular el sentido del bien común para lograr el bien de todos" o "debemos buscar los medios para que todos los ciudadanos de la provincia determinen por consenso qué -Provincia queremos ser-".

Esas exhortaciones son pura teoría en la medida en que NO llamamos a las cosas por su nombre.

Si decimos: "necesitamos crear una gran provincia cuya identidad sea la pasión por la verdad" estamos suponiendo que lo que caracteriza a nuestra provincia en este momento es lo contrario, o sea, -la pasión por la mentira-.

Ahora bien, no hay mentira sin mentirosos. La mentira no es una fi
cción permanente. Está en la boca o en la pluma de personas concretas que tienen nombre y apellido.

La mentira está generalizada en todos los estratos sociales, pero cuando exhortamos a volver a la verdad como signo de identidad de los ciudadanos fueguinos es evidente que no estamos pensando que ella, no es desfigurada principalmente por las mentiras que pueda decir un niño para justificarse por no haber hecho los deberes, sino por hombres ADULTOS e INFLUYENTES cuyas mentiras dan mal ejemplo y producen daños de GRAN ALCANCE SOCIAL.

Para restaurar el predo
minio de la verdad, por lo tanto, será necesario o bien convertir en veraces a los mentirosos crónicos que dominan en la sociedad o bien deponer a los mentirosos de sus posiciones de poder.

Es altamente improbable que se conviertan en sinceros y veraces los mentirosos que mienten desde todas las posiciones dominantes
de la provincia (en el gobierno, en la prensa, en el mundo empresarial, gremial, etc.).
No es necesario explicarle a ustedes; hombres y mujeres inteligentes y de buena fe; que los hombres grandes que tienen un vicio arraigado difícilmente lo abandonen permanentemente, a no ser que sean corregidos por una gracia de Dios fulminante y
aceptada por la persona o por una amenaza de un castigo personal que los intimide perdurablemente. Y menos aún cuando esas mentiras les producen suculentos lucros.

Si este razonamiento no tiene fallas en su desarrollo, deberíamos concluir que la única manera de lograr que una sociedad cuya identidad es la mentira a causa del dominio de los mentirosos, pase a ser identificada nada menos que por su pasión por la verdad, es si los veraces de esta provincia derrocan del poder a todos los mentirosos, empezando por los más poderosos, y los substituyen por hombres y mujeres enamorados de la verdad.

Demos un paso más en esta elucubración. ¿Es siquie
ra imaginable que esos mentirosos dejarán voluntaria y espontáneamente el poder y abrirán paso a los veraces? Quien respondiera que sí a esta pregunta demostraría desconocer el ABC de la psicología humana y estar afectado de una perniciosa ingenuidad. La respuesta es: jamás, jamás dejarán su poder si no son desalojados por una fuerza irresistible (que no sería necesariamente una fuerza física, sino política).

Ahora bien, ¿cómo puede desalojarse del poder a alguien que no se nombra ni se acusa? Y, ¿cómo puede desalojarse a alguien del poder sin substituirlo inmediatamente por otro? El vacío no existe en el mundo. Cuando un cuerpo sale de un lugar es porque ha entrado otro en su lugar.

Conclusión: si no acuso con nombres y apellidos a los mentirosos y los derroco, y si no propongo ree
mplazantes con nombre y apellido, no digo la verdad cuando exclamo: "necesitamos crear una gran provincia cuya identidad sea la pasión por la verdad". Es decir, quien eso propone lejos de contribuir a exaltar la verdad está reforzando el dominio de la mentira.

Nada le cuesta al mentiroso en el poder adherir con expresión beatífica a tan inofensivas exhortaciones. No le quita ni un gramo de poder ni entorpece en lo más mínimo sus fraudes ni sus farsas.

Sí, realmente, debemos trabajar para que nuestra provincia sea identificada por la pasión por la verdad que anime a sus gobernantes, dirigentes, periodistas, y empresarios. Para eso debemos rechazar a los Daniele, los Coccaro, los Becerra, los Manfredotti, los Vuoto, los Colazo., los Berrone, los que están en diferentes estratos del poder, ejecutivo, legislativo, judicial o los que en más o menos le deben algo a los Garramuño, los Martín... y apoyar a los candidatos que hayan luchado siempre por la verdad y nunca hayan participado de la fiesta innoble de la "dirigencia" corrupta.

La provincia ha plebiscitado contra todos los primeros y casi ignora la existencia de los segundos y terceros (generalmente los más honestos). Por lo tanto, el deber inexcusable de quienes quieran realmente que la verdad caracterice a nuestra Provincia, deberían contribuir a difundir esa noticia. Si no lo hacen, descalifican su propia propuesta evaporándola rumbo a la estratosfera, ya que los mentirosos quedarán en el poder y seguirá dominando la mentira.

Las exhortaciones vacías de objetivos concretos y nominales podrán parecer muy "equilibradas", "moderadas" y "sensatas", pero son inútiles y engañosas.

Respecto de las otras proposiciones huecas que reseñé en el primer párrafo se puede hacer un análisis análogo. Con el agregado de que la tercera, la del "consenso", es un disparate total ya que o la provincia existe y tiene sus tradiciones, leyes y costumbres y sólo se trata de restaurarla sobre sus fundamentos o no existe y está toda por inventar. En este último caso ni siquiera hay un lugar común sobre el cual basarse para empezar a elaborar un consenso imposible. Sólo queda el vacío y el caos o una tiranía que imponga su modelo de política por la fuerza.


Es impresionante como estas cosas elementales son ignoradas u olvidadas. Y así vamos, a pasos de chancho rengos hacia el abismo. Disculpe la comparación, querido lector, pero ya no sé cómo decir las cosas para sacudir las conciencias y avivar las inteligencias.

Saludos, de El coco... To Be continued

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