La Diferencia entre la sabiduría y la astucia del poder político.
Durante muchos años ha existido una mito alrededor del creador del ajedrez, el brahmá Sissa. Dicho mito decía:
Hace mucho tiempo que en la India existía un Rey que se llamaba Iadava, este monarca había perdido recientemente una batalla. Debido a esta derrota el Rey cayó en una profunda depresión que lo alejó de la vida pública y de sus obligaciones. Angustiada toda la corte del reino, se puso a trabajar para devolverle la alegría a su triste Rey; pero no daba resultado.
Al enterarse de esta noticia, el joven Sissa proveniente de la localidad de Lahur, comenzó a buscar y a diseñar un juego que hiciera que el Rey no pensara más en sus problemas. Además de distraerlo, el juego buscaba enseñarle al monarca las razones que lo habían conducido a que perdiera aquella batalla.
Una vez listo el ingenioso juego, Sissa se presentó ante el Rey. El inventor abrió la caja donde guardaba un tablero de 64 casillas y un juego de piezas de madera tallada. Luego le explicó al Rey las reglas por las cuales se regía aquel juego, el cual simulaba a un ejército con artillería (elefantes), caballos (caballería), visires (consejeros) y una reina con un rey. Tan sencilla y clara fue la explicación que pocas horas después el Rey estaba jugando el invento de Sissa, el juego del Ajedrez.
Lo creó más que nada para demostrar que un rey no es nadie sin el apoyo de sus súbditos donde cada uno cumple o tiene un rol clave en el puesto designado (peones, caballos, alfiles, torres).
El rey quedó impresionado por el juego y le ofreció a Sissa lo que éste le pidiera. Sissa, al ser una persona muy sabia le pidió: un grano de trigo por la primera casilla del tablero, dos para la segunda, cuatro para la tercera, ocho para a cuarta y así sucesivamente, multiplicando por sí mismo el número hasta llegar a la casilla 64 del tablero.
Al príncipe le pareció modesto el deseo de su maestro, pero al calcular, se dió cuenta de la imposibilidad de su solicitud: Necesitaría 18.446.744.073.709.551.616 granos de trigo.
¡Éso implicaría sembrar tanto trigo que no alcanzaría toda la tierra de la india para alcanzar semejante cantidad de cereal!
La Dama.
Usualmente también llamada Reina, es la segunda pieza en importancia en el tablero, ya que su función está integrada por la función del Alfil y la Torre juntas, esto es, puede moverte en línea recta hacia todos lados.
Solo se posee una dama (al menos que se coronen un o mas peones), y esta va ubicada junto un alfil sobre la casilla que es del color del jugador. Esto quiere decir que la Dama de las blancas va ubicada en la casilla blanca que está junto al alfil en la primera línea, y la Dama negra va ubicada en la casilla negra que está junto al alfil en la última línea.
Lo que hace que las Damas estén ubicadas en la misma columna al inicio de la partida y que el tablero se divida en dos flancos, flanco de dama y flanco de rey,
Generalmente la dama se desarrolla hasta el medio juego y es muy utilizada en el final, ya que solita, y sin ayuda de otra pieza más que el rey, puede dar jaque mate.
La pérdida de la dama puede equivaler a perder la partida.
El político de los últimos años perdió y mató los sueños del pueblo, a su dama
Por ello a la Reina se debe utilizar con precaución especialmente al principio de la partida, que es cuando mas vulnerable es.
Se puede decir que valen nueve puntos aunque esta puntuación no sirve de nada más que para el momento en que se calculan sacrificios, jugadas, etc.
Que hermoso es conocer el juego del ajedrez y jugarlo como los niños, por placer.
Solo hay una madre, vida, pueblo, cada hijo es único, como la reina lo es en el ajedrez.
Su majestad es el pueblo en la democracia.
Con el ajedrez se educa a no robar la pieza se la debe conquistar con justicia, capacidad y sabiduría.
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