Hoy una familia está esperando a su papá que manejó este taxi .
Un grupo de jóvenes le propinaron una golpiza sin razón a un taxista.
Hoy me preguntaba ante tanto dolor como viejo poblador fueguino que decir de la vida de mi amigo y hermano en el Señor.
Decir que espero un milagro, es insuficiente, decir que cuando al oficial Romero lo atropellaron y pedí por él, también es poco.
Hoy quiero decirte vecino que elevo una oración y plegaria de verdad por tus hijos y más cuando ya casi, parece que es tarde para recuperarlos, en donde han caído.
Hoy la esposa, los hijos de mi amigo no duermen, están preocupados. Hoy la justicia no hace nada y rezo por ella ante este hecho.
Donde la enfermedad que provoca los vicios esta destruyendo a nuestros jóvenes y con ellos el futuro de esta sociedad, solo tengo una frase: elevo una oración a Dios por ella.
Mi amigo salió como siempre a trabajar, su señora me contó, que cantó unas alabanzas al Creador y dio gracias por un nuevo día lleno de esperanza. Jamás imagino que una tragedia le abría de pasar porque creyó.
Que más puedo decirte que hay bronca de sus compañeros de trabajo, los taxistas, que su esposa no quiere revancha, y que solo quiere recuperar al mismo esposo que vio partir en las mismas condiciones de salud como se fue.
Todo lo que hoy estamos haciendo es menos que poco.
Muy a pesar de este hecho que lastima que solo se piensa en castigar a los padres y nadie se sentó con estos adolescentes para preguntarles: ¿Qué te pasa?, ¿Me permitís que te ayude?.
Y esto aun así es poco.
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