EL SECRETO PARA UN ÉXITO GARANTIZADO Y FUNDAMENTADO EN LA JUSTICIA SOCIAL ESTA EN LA SOCIEDAD.
Cuando deseo escribir algo que tenga un alto contenido de justicia social, siempre recuerdo que en mi infancia me dedique a criar todo tipo de bichos que andaban vagando por allí.
Pero uno de los que más me cautivo fue la avispa de panal de papel.
Si bien son insectos que sobreviven durante todo el año, hay una época muy especial donde se refugian y es la estación del frío. Las avispas se hacen más visibles generalmente a principio del verano.
Es interesante notar que mucha gente esquiva todo lugar donde se observe un panal colgado de una rama, metido bajo un alero, o disimulado detrás de un objeto.
Sin embargo yo prefería ser una de esas pocas personas que aguardaba con impaciencia que aparezcan las primeras avispas del año. Me gustaba estudiar su comportamiento, el como se comunicaban e interactuaban entre sí.
En la normalidad de los casos, “Las avispas en realidad son bastante mansas si no se las provoca” o “si uno no toca el nido y el viento está soplando desde el panal hacia uno, es posible ponerse muy cerca para observarlas”. Pero también he descubierto si uno permanentemente está al lado de ellas, las mismas toman nuestra presencia con nuestros aromas como algo familiar, propio de la colmena en su conjunto.
Las avispas tienen varias estrategias de comunicación, incluyendo señales químicas, mecánicas y visuales, así como señales circunstanciales. Por ejemplo, "en un día seco, una avispa buscadora de alimento que vuelve con agua puede recibir enseguida la ayuda de una avispa obrera para descargarla. Esto significa para la misma que hay una alta necesidad de agua, y entonces decide de inmediato ir a conseguir más". Por otra parte, si la avispa tiene que esperar con su carga un tiempo largo, deducirá que no hay necesidad acuciante de agua y no saldrá a buscarla enseguida.
Las colonias de avispas suman más que la suma de sus partes, mucho más de lo que una persona común pueda imaginarse.
El tipo de insectos sociales, evolucionaron para ser parte de un todo, en los genes llevan la información necesaria para mantener y reproducir a la colonia en su conjunto.
“Las colonias de insectos son sistemas muy complejos, y en general exhiben un comportamiento, que no puede ser predicho observando a un miembro aislado de la colonia”,
Ahora de toda esta pequeña introducción puedo deducir que algo así le sucede al vecino. El mismo está dispuesto a colaborar en la colonia como parte de un todo. Pero no hará nada aquello que lo limite o aísle cuando se habla de la supervivencia de su núcleo.
Así como en un colmenar, existe el individuo como la parte de un todo, generalmente no sucede lo mismo con el ser humano. Ciertos tipos de individuos buscan la disgregación por razones estratégicas de poder. Lamentablemente más tarde el mismo vecino inadaptado, descubrirá que ha sido un error lo actuado, para luego quedarse en forma solitaria.
No es fácil educar a un ser que ha degustado del poder y decirle que debe volver a las filas de la militancia, o que deberá limpiar los pisos, visitar a los vecinos abandonados por el él cuando fue funcionario. Es allí que descubrirá cuan importante es ser parte de un proyecto de grupo, comuna, municipio, provincia o nación. Comprenderá que un proyecto individual o personalista, no tiene razón de ser, a menos que sea del agrado de los demás y estos estén incluidos en el usufructo del propósito primario.
Tendrá que dejar la oligarquía, la viveza criolla, la repartija familiar, nepotismo, no sea que en el momento menos oportuno, lo expulsen del colmenar por considerarlo zángano.
En la sociedad y en medio de un orden mundial se percibe que se acercan tiempos difíciles, períodos de cambios profundos que deberán apuntalar la Justicia Social la cual se cae a pedazos. Los futuros objetivos sociales serán lograr tan si quiera la supervivencia de la especie.
Para ello el hombre deberá volver a las fuentes, del uso racional de los recursos y fundamentalmente no acopiar o guardar lo que no usa.
Es posible que los poderosos consideren que sus riquezas les mantendrán cierto status quo, o probabilidad de sobrevida, pero notarán que en medio de una hecatombe, como ser la falta de comida, de agua, una hambruna de grandes proporciones, su condición social, status, no lo ayudará.
Lo anteriormente compartido nos debe abrir nuestro entendimiento para reconocer nuestra total dependencia de una sociedad más justa y solidaria.
Mustapic Federico Antonio .
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