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domingo, 8 de mayo de 2011

TENEMOS EL PODER PARA TRANSFORMAR NUESTRO FUTURO

Cuando hace unos días escribía lo descarriado de la justicia humana. Cuando un Juez reconocía su maltrato a un menor, por ignorar sus derechos al no invocar o adjuntar a las imperfecciones del proceso, las leyes que conforme a derecho le asistían. Recapacitaba sobre el hecho del ¿como podía ser posible que esas leyes no fuesen consideradas o esgrimidas en el caso?. Las mismas tenían tal peso palmario, que el juez era corresponsable de una mala praxis profesional conjuntamente con la defensa, por incumplir con su obligación de magistrado, rayando así lo condenable por su actitud.
Y aunque parezca "raro", es más fácil probar la mala praxis de un abogado que de un médico por ejemplo, ya que todas las constancias de la mala praxis del primero surgen de las constancias del expediente (si no se cumplió un plazo, si la acción se dejo prescribir, si no se impulso el proceso de forma correcta, etc.). Un caso de un juez: http://www.elsalvador.com/mwedh/nota/nota_completa.asp?idCat=6342&idArt=5098547
Muchas leyes de la vida, de la naturaleza nos pueden ser útiles para defender nuestra existencia o causa, luego de meditar sobre esta verdad medité por un instante que me pareció una eternidad, luego me pregunté: ¿Los letrados saben que su futuro, su vida pende de un hilo?. No son dioses, son simples mortales, a los cuales solo se les pide: administrar justicia en forma imparcial, pero con responsabilidad a su honorabilidad y conocimiento de todas las armas para blandir la espada de la justicia.
Luego de tratar de hilvanar un par de ideas, automáticamente me surgió una frase de un libro centenario, donde se encuentra la compulsa entre un Juez Justo y los administradores o pasantes de la justicia humana, allí está plasmada un conjunto de frases que nos confronta como seres humanos, con la verdad de nuestro diario vivir. Las comparto y parafraseo: ¿Ya desataste las ligaduras impías, que azotan al alma de todo ser humano?, ¿liberaste al pobre errante de su injusta y pesada carga?, ¿dejaste libre a los oprimidos?, ¿rompiste todo pacto espurio que mantiene esclava a toda una nación?.
Se que puede ser muy tedioso lo que estoy escribiendo, pero íntimamente está relacionado con nuestra posibilidad de éxito en la vida. No podemos realizar nuestros sueños si nuestro país, con sus diversos poderes ejecutivo, legislativo o judicial conspira contra toda una nación.
Podemos hablar de mil un casos donde se ha vulnerado, violado sistemáticamente la posibilidad para el éxito de los habitantes más débiles.
Pero yo personalmente te animo, para que no cedas en tu sueño. Es posible que se levante un viento contrario a tu voluntad, es posible que la justicia quiera impedir tu felicidad, pero tú eres más poderoso. Cuando escribo estos pocos renglones me viene a la memoria varias imágenes de emprendedores que han roto con todas las leyes de la imposibilidad, los hermanos Wright volaron contra todo pronóstico, Gandhi pudo independizar a la India de un imperio poderoso y colonialista, Wilma Rudolph, “La Gacela Negra”, mujer semiparalítica ganó tres medallas de oro en los juegos olímpicos de Roma, un hombre con cáncer cerebral se sanó, porque decidió consumir su cerebro escribiendo un libro. James Walter Braddock (La película El Luchador, interpretada por Russell Crowe es un resumen sobre la vida de Braddock) el ceniciento del boxeo logró el título mundial, salvando a su hogar de la ruina.
Personalmente he tenido éxito en todo lo que me he propuesto y aún mis sueños no se han terminado, sigo soñando a lo grande, pienso en grande y creo que cosas que ojo no vio, ni oído oyó sucederán sobre mi vida, tu vida, si tan solo lo creemos aunque no lo veamos.
El secreto es proclamar nuestro sueño y compartirlo con nuestros semejantes a los cuatro vientos. Soltemos nuestras amarras y despleguemos nuestro velamen. Ya es tiempo de navegar sobre el océano infinito del TODO ES POSIBLE PARA EL QUE CREE.
Mustapic Federico Antonio

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