QUIERO HABLAR DE LA VIDA, DEL EJEMPLO, LA ESPERANZA, DE UNA NUEVA OPORTUNIDAD Y NO DE CATÁSTROFES.

Hace más de un año fuimos testigos mudos de un accidente aéreo que nos compungió a todos el corazón con más de dos centenares de víctimas, aunque determinados medios de comunicación lo han convertido en toda una competencia de reiting o de reality show, en cuanto a quien tiene la mejor información técnica del siniestro, algunos utilizaron el poder del YouTube para decir que ellos eran los primeros en tomar imágenes de un hecho extraordinario como lo es que un rayo golpea a un avión al momento de despegar.
La muerte del expresidente de la República Argentina, Nestor Kirchner, no fue la excepción.
Los medios de comunicación hacen permanentemente de la tragedia un espectáculo de coliseo Romano, donde el vecino le da al canal de la información (Radio, Tv, Internet) el poder con un viso del pulgar arriba o abajo, para que siga adelante o no, con sus capítulos de entrega diaria con respecto al hecho doloroso, y cuyo episodio final está en el entierro, exequias o puede que todavía el final no se determinó.
A mí como vecino me duele que hagan abuso de mi imaginación o la de mis vecinos, agregando comentarios sobre los posibles y últimos pensamientos de algunos de los pasajeros fallecidos, o cuáles posiblemente fueron sus últimas palabras por el celular o que encontraron entre los restos del avión, una carta de una madre dirigida a su hija para desearle un feliz cumpleaños, la cual no pudo entregar por el trágico desenlace.
Todos estos aspectos pertenecen a la intimidad de cada persona, y no es ético hacer de esto una noticia ni siquiera un comentario.
La muerte de nuestro presidente fulminante, sorpresiva o el accidente aéreo ha provocado una gran consternación mundial.
Ambos hechos, me hicieron reflexionar y pensé: entre los más de 200 pasajeros existían una cantidad de vecinos de diversas nacionalidades, aunque haciendo una comparación objetiva con los muertos en carretera, que en el año tenemos los diferentes países superan los 200 muertos holgadamente, fallecen más vecinos en accidentes automovilísticos a los aéreos.
¿Por qué nos impacta más la muerte de un líder, un accidente de avión, de tren,…? Simplemente por las circunstancias que rodean a cada entorno, o a la catástrofe en sí.
Por el otro lado la muerte, dejó en aquella circunstancia, la del avión, con más de doscientas víctimas sin respuesta y afectos a sus seres queridos.
Por el otro lado la muerte de un líder, nos roba la presencia y autoridad paternal para lograr nuestra felicidad o contención, la cual abarca o recorre diversos aspectos de la vida de una nación.
Sea como sea estas circunstancias han dejado a los seres queridos, amigos, conocidos simpatizantes, con una sensación de vacío, no existe un afecto substituto, por otro pensamiento o sensación, definitivamente no existe algo en el universo de las percepciones que pueda llenar el lugar que deja un familiar al despedirse de nosotros sin el beso del adiós, la última caricia, el mimo de la mamá que no llegará para dormir a su bebé, nada, nada humano puede hacer ese milagro, porque es un vacío espiritual que tiene una dimensión infinita.
Por eso creo que hacer de un hecho doloroso, un concurso de tener los mejores profesionales informando sobre las tragedias, ya es algo que raya lo morboso y reabre heridas profundas en aquellos que estaban directa o indirectamente vinculados.
Es mi punto de vista, solo un pensamiento más y por cierto de lo más subjetivo…
Mustapic Federico Antonio