QUE NO TE SORPRENDA UNA EMERGENCIA

¿Habrá pique?
El vecino salió a pescar, tenía todo el equipo.
Algunas cosas dejo en su casa, porque hacia donde se dirigía, seguramente lo tendría todo.
Nos preguntamos : ¿Qué habrá dejado?, ¿verdad?.
Bueno generalmente se dejan las bebidas, solo se lleva lo necesario.
No se lleva un bidón de agua, porque hacia donde vamos, seguramente encontraremos agua pura, para beber o utilizarla.
Tampoco tendremos que acarrear litros de agua caliente, solo llevaremos los termos para el mate, café, té…acompañado seguramente por algunos bizcochos , todo para pasar un buen momento, hasta llegar a nuestro pozón para pescar. Es nuestro anhelo.
No llevaremos una cama, porque nos hospedaremos en una cabaña, la cual previamente reservamos. Lo resumo todo en cuanto al resto de las comodidades, porque podemos hablar de almohadas, frazadas, sabanas, toallones, toallas…
Los celulares los dejamos, para no tener llamadas inoportunas o porque el lugar ya tiene servicios de comunicaciones para una emergencia.
Al momento de nuestra partida el día se presenta agradable. El auto está en óptimas condiciones. Todo funciona a la perfección. Nada presagia un pésimo día.
Salimos de nuestro hogar. En el camino las preguntas surgen: ¿habremos cerrado todas las canillas?, ¿cerramos el paso de gas?, ¿El perro tiene comida?, ¿El gato?, …
Todo nuestras preguntas rondan sobre lo material. Pero sinceramente, nadie por un instante pensó: ¿Nuestros hijos estarán bien?, y si vienen con nosotros …¿Qué podemos hacer para que en familia, la pasemos excelentemente bien?.
Todo ésto, poco a poco nos conduce a una probable situación, la de considerar las cosas materiales y nada más.
Nos hemos olvidado de nuestro entorno, íntimo, sus necesidades…
Nos fueron formando, lo material primero, luego nosotros...
Nada puede ser, sin la presencia del Creador, nuestro entorno nos precisa, si queremos convivir.
Mientras meditamos en lo anterior, en nuestro viaje, no tan imaginario, aparece el primer problema la goma delantera recibe un impacto por el estado calamitoso de la ruta, el llantazo la dejó inútil y no hay gomería a 100 Km. en la redonda. Sacamos todas las cosas, ponemos balizas para cambiar la goma de auxilio, la colocamos, pero al ponerla nos percatamos que está un poco desinflada, menos mal que tenemos un inflador eléctrico a pistón, solucionamos el percance y seguimos.
Llegamos al lugar, cuando miramos vemos algo que nos impacta el entorno no es el mismo, el bosque incendiado, la cabaña que teníamos para alquilar está en mal estado producto del incendio forestal acaecido por un descuido de unos pescadores los cuales se olvidaron de apagar bien el fuego.
Ya es tarde para volverse, estamos cansados, con nuestro hijo vamos a pescar, pero hay un cartel, el cual hace años atrás no estaba, dice: “prohibida la pesca - aguas contaminadas”.
Tratamos de cazar algún conejo, pero vemos que los conejos están todos medio locos, después nos enteramos que se les descubrió Hg (mercurio) en el cuerpo, por beber el agua del arroyo de donde nosotros habíamos sacado agua para prepararnos un café.
Mas tarde vamos a dormir, como estaba fresco decidimos utilizar el gas natural, olvidándonos que por un problema de los caminos el camión no podía ingresar para recargar el Zeppelin.
Decidimos utilizar la leña pero estaba mojada, fósforos no trajimos, creímos que en la casa nos íbamos a encontrar con todo. Pero ¡No! Faltaban cosas que en otras oportunidades tenían.
Era la buena época, donde todos éramos generosos pero esto ya no es así, estamos en crisis.
Ahora descubro lo que nos puede pasar si por un instante tuvieramos un terremoto, “NO ESTAMOS PREPARADOS”.
Repasemos: Agua potable no hay, las rutas están destruidas, las comunicaciones de vez en cuando funcionan, la comida escasea, no tenemos a
donde ir, los recursos son escasos y aunque tuviésemos dinero es lo mismo que tenerlo en un desierto, no tenemos que comprar.
Estamos aislados de todo, nadie hizo algo para prevenir.
QUE NO TE SORPRENDA LA EMERGENCIA.
Mustapic Federico Antonio.